NICOLOFF: “LA ARGENTINA DE HOY DUELE TANTO COMO SI NADA HUBIÉSEMOS APRENDIDO DEL GRAN DEMÓCRATA”
Hoy cumpliría 90 años el Dr. Raúl Alfonsín. Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y Presidente de la Nación Argentina. Fue además Vicepresidente de la Internacional Socialista. Tres fueron los ejes de la vida política de Alfonsín: Paz, Justicia y Democracia. Integró el Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos y fue defensor de presos políticos durante la dictadura militar.
El 6 de septiembre de 1979, junto a Ricardo Balbín, y en nombre de la Unión Cívica Radical, recibieron e informaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos acerca de la sistemática violación de los derechos humanos, desaparecidos y asesinados por el llamado Proceso de Reorganización Militar.
Por el Justicialismo solo el Escribano Deolindo Felipe Bittel se animó a hacerlo. Es que tamaña osadía se pagaba con la vida por ese entonces. Se enfrentó a los militares en serio y no cuando solo eran una foto que pendía de un clavo. Alfonsín es reconocido internacionalmente por la realización del juicio a las juntas, único precedente mundial de juzgamiento de los responsables de una dictadura por sus conciudadanos.
Fue el artífice del Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile y promotor de las relaciones con Brasil, lo que posteriormente llevó a la formación del Mercosur.
Fue el artífice de la democracia moderna de la Nación. Nos llenó de esperanza y nos enseñó que con la democracia se cura, se educa y se come. Los dirigentes tenemos una gran deuda para con él. La Argentina de hoy duele tanto como si nada hubiésemos aprendido del gran demócrata.
Nos devolvió el orgullo de ser radicales y creyó siempre en un partido grande que podía disputar al peronismo el voto popular en todo el territorio nacional, que podía sumar a los sectores carenciados que constituían el bastión del adversario; pero que la democracia no solo es disputa de poder, sino también diálogo, consenso y trabajo, mucho trabajo.
El 31 de marzo de 2009 falleció y millones de argentinos lo lloraron, muchos de ellos desfilando bajo la lluvia para darle el último adiós. Finalmente el pueblo argentino reconocía la lucha política, la estatura moral y la decencia del padre de la Argentina republicana moderna. Su legado ya es de todos los argentinos y nos queda a nosotros el orgullo de su pertenencia a la Unión Cívica Radical.