¿Qué podemos esperar del nuevo Acuerdo Federal Energético?
Hace unos días pudimos observar al presidente Macri anunciar y firmar con los gobernadores el “Acuerdo Federal Energético”. Podría pensarse que se anunciaron millonarias inversiones destinadas al desarrollo del sistema energético nacional, dándole continuidad a las políticas públicas iniciadas en el año 2003 y que refundaron el sistema de generación de energía y su transporte, interconectando todas las regiones del país, aportando así a la inclusión social, mejoras en la calidad de vida del pueblo y la recuperación y crecimiento de la industria nacional. Pero sin embargo Macri se dedicó, como lo hizo desde el primer momento de su gobierno, a desacreditar las gestiones y logros de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Así el presidente de la alianza “Cambiemos” habló de la importancia de "construir desde la verdad" y recordó que su Gobierno se propuso "transmitir a la sociedad un diagnóstico claro de lo que había recibido" en el área energética luego de "años de improvisación, de mentiras, de ocultamiento, de falta de control, y de falta de una visión de largo plazo. "Todavía falta muchísimo, porque no se sale de más de una década de una política errada en tan solo algunos meses. Pero vamos en el camino correcto y de apostar a la inversión a partir de este Acuerdo Federal Energético y de crear confianza" expresaba Macri rodeado de Gobernadores, entre ellos Domingo Peppo.
Sin embargo, Macri, en ya casi un año y medio de gestión y a pesar de sus grandilocuentes palabras, tomó pocas y nefastas decisiones sobre este estratégico sector, donde se puede resaltar que a pocos días de comenzar su gestión declaró la “Emergencia Eléctrica” que fundamentó el proceso de altos aumentos generalizados de tarifas en todo el país, el que a la fecha impuso en el Chaco incrementos de más de 300% en el precio de la energía que consumen, por ejemplo, las familias, la industria, la producción, entre otros.
Después de las cataratas de aumentos en las tarifas eléctricas entre 2016/2017 (y sigue), el gobierno que conduce Macri tuvo como principal anuncio el programa “Renovar” promoviendo la inversión en energías renovables. El título “suena” beneficioso, pero cuando se analiza el combo de altos precios de la energía y convocatoria a presentar proyectos para financiar podemos inferir que lo que hizo este gobierno es generar condiciones de buenos negocios para los sectores financieros, concentrados y especulativos de la economía nacional e internacional. Los primeros “bonos verdes” del Renovar implicaron endeudamiento para obras energéticas de la Rioja, al 9,75% en dólares, tasa más alta que la de los financiamientos de las provincias durante el 2016. Con estas medidas no se priorizó la inclusión social ni el desarrollo productivo del país.
Al comparar con la gestión 2013/2015 queda claro que la política general planteada por la alianza Cambiemos se contrapone a la definición que se priorizó desde el año 2003 a 2015 de ampliar el acceso y la facilidad de consumo de energía eléctrica. Para ello se determinaron tarifas y precios, en todas las etapas del servicio, que se mantuvieron inalterables o con poco significativos incrementos durante mucho tiempo y la definición de política nacional enfocó en forma permanente en ese objetivo. Con tal fin el Estado adquirió un rol relevante en materia de inversión, para tener una idea hacia el año 2003, el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) tenía 9669 km de líneas de alta tensión y en diciembre de 2011 llegaba a los 14 mil km con casi un 45% de incremento.. Con respecto a la red eléctrica en 500 kV, en 2003 era de 9083 kilómetros, pero en mayo de 2012 se había expandido hasta los 13.356 km, con un aumento de más del 47% respecto al año 2003.
Esa política expansiva implicó desde 2007 un crecimiento de la cantidad de usuarios en más del 60% y una expansión el consumo residencial de más del 120%, claramente números superiores a cualquier evolución de variables económicas.
Desde fines de 2015, la política de retiro del Estado del sector implicó salvajes incrementos tarifarios y la demora o parate de obras centrales en ejecución –con financiamiento nacional y/o internacional garantizado que debieron finalizarse en el año 2016.
¿Qué hay de nuevo en el Acuerdo en materia tarifaria? ¿Podemos esperar algo de una “armonización”? El acuerdo rubricado, de unas 15 páginas, compila una serie de buenas intenciones y lugares comunes pero incluye –sagazmente- algunas definiciones que implican un avance de la Nación -y sus criterios económicos- sobre las Provincias.
Nos centraremos en un criterio que el Gobierno Nacional "coló" en éste texto y que a nuestro juicio significa un retroceso muy importante en materia energética para todo el país: hacer priorizar la rentabilidad por sobre la definición política en materia tarifaria.
El precio del acceso a servicios públicos no es cualquier precio. Su definición establece fronteras claras para que determinados sectores tengan un determinado nivel de acceso a ellos mejorando sus condiciones de vida, en especial el precio de la energía eléctrica además establece la posibilidad de acceder a un conjunto de otros bienes y servicios que claramente mejoran la condición de amplios sectores de la sociedad ya sea a través de la refrigeración/calefacción, cocción y almacenamiento de alimentos, buena iluminación para actividades familiares, y accesibilidad a bienes culturales como internet, tv, cable, entre otras. Y ni hablar de tarifas industriales que promuevan el desarrollo de las economías regionales.
Puntualmente en materia de tarifas, el Acuerdo vuelve a traer un concepto del cual los chaqueños no tenemos buenos recuerdos: ARMONIZAR. Cuándo hay Provincias con realidades diferentes, éste concepto puede transformarse en una pistola en la cabeza para las más necesitadas.
Pero además hay un concepto central que expresa el “acuerdo” en la clausula que transcribimos como de los “criterios” que se acuerdan:
Es decir se abandona el concepto de tarifas que consideren la inclusión por uno más “acorde” a las nuevas ideas: rentabilidad económica.
Así el gobierno actual genera negocios e inicia un proceso de extranjerización de los activos destinados a generar energía y en condiciones garantizadas. Por lo tanto los precios altos de la energía van a ser una característica de este gobierno liberal, sin importar la exclusión social que genera ni el efecto negativo sobre la industria y la producción. Esto último queda demostrado en el propio anuncio del Macri donde resaltó como ejemplo del éxito de su política, la buena respuesta en las licitaciones internacionales que permitió recibir "siete veces más ofertas que las que se habían demandado, tanto para energías renovables como para térmicas".
Como conclusión podemos decir que los anuncios de Macri en el rubro energético difieren mucho de la gran inversión pública y con financiamiento barato que permitió que, durante 2003/2015, el Estado Argentino logre mayor participación en el sector energético, ganando en soberanía y pudiendo incidir en los precios, garantizando condiciones de desarrollo, además de un fuerte incremento de la producción y transporte de energía barata, lo que permitió el crecimiento con inclusión que caracterizo a la “Década Ganada”.
Chaqueñas y chaqueños debemos esperar, con ésta política, nuevos incrementos y escasos apoyos estatales a las obras eléctricas.
Para recordar 2003/2015 En 2004 el Presidente Néstor Kirchner presentó el Plan Energético Nacional, que hizo posible finalizar obras de energía por más de 24.455 millones de dólares apuntalando una economía que se expandió en un 90% en los doce años de gestión.
El Plan contempló la ampliación de gasoductos y plantas compresoras, la terminación de obras estratégicas como Yacyretá y Atucha II, la construcción de centrales termoeléctricas e hidroeléctricas, líneas de transporte eléctrico, obras de transformación y de distribución eléctrica, el impulso a la actividad nuclear, el fomento de las energías renovables y de los biocombustibles, así como también la exploración y el desarrollo de los recursos hidrocarburíferos convencionales y no convencionales.
Las obras no sólo aumentaron la oferta de energía, sino que también posibilitó vincular al (SADI) a diez provincias y regiones que hasta el año 2003 se encontraban aisladas: Chubut, Santa Cruz, San Juan, La Rioja, Formosa, el Interior de Chaco, el Norte de Santiago del Estero, Jujuy, Salta y el sur de Mendoza.
El Plan Energético amplió en 27 millones de metros cúbicos por día la capacidad de transporte de los gasoductos, se incorporaron 12.250 MW y se construyeron más de 5.800 kilómetros de líneas de alta tensión que permitieron anillar el sistema energético nacional. En esos años la demanda energética en la Argentina prácticamente se duplicó, al igual que el producto bruto interno del país.
Se transformó la actividad nuclear por primera vez en la historia en política de Estado: se involucró al sector científico, técnico, industrial, a la medicina, a los proveedores y se impulsó la complementación con empresas y países de la región y del resto del mundo, la terminación y la llegada al 100% de su potencia de la Central Nuclear Atucha II, de 745 MW, la cual estaba abandonada desde hacía una década.
La creación de ENARSA y la recuperación de YPF para el patrimonio nacional fueron medidas fundamentales. Hoy ENARSA cuenta con más de 2.800 MW de potencia instalados.
Se terminó Yaciretá, se construyeron centrales hidroeléctricas y se construyeron nuevas centrales térmicas a gas y combustibles líquidos que requieren menor plazo de obra, como las usinas San Martín y Belgrano, que incorporaron 1.660 MW, así como las centrales Ensenada y Vuelta de Obligado, entre otras.
Chaco fue ampliamente beneficiada con obras de energía durante todo el período 2003/2015. Sólo durante el 2015 se licitaron las Líneas de 132KV “Puerto Bastiani - Puerto Vilelas” (con instalación de una nueva Estación Transformadora "E.T" en Vilelas) y “General San Martin-Presidencia Roca” (con instalación de una nueva E.T en Presidencia Roca, la ampliación de la E.T existente de San Martiny las líneas de alta tensión y estación transformadora de 132/33/13,2KV con doble terna de 33 KV en La Leonesa. Todas estas obras deberían, junto con la Línea de Alta Tensión 132 KV, desde Tres Isletas a Juan José Castelli, estar finalizadas durante el año 2016, pero el ahogo financiero nacional y la displicencia en el manejo de los recursos hacen que hasta la fecha estén pendientes.
Por Fabricio Bolatti y Daniel San Cristóbal Partido Frente Grande