¿Estuviste confundido alguna vez?, ¿hubo momentos en tu vida en que no supiste qué rumbo tomar? Tal vez te quedaste sin trabajo, te diagnosticaron una enfermedad o te enteraste de que tu pareja te era infiel, y de pronto te encontrás con que no sabés cómo va a ser tu vida a partir de ese momento.
A veces nos ponemos metas en la vida y pensamos que las vamos a alcanzar, pero cuando las cosas no salen como las planeamos, perdemos el rumbo y entramos en un punto muerto: no avanzamos ni retrocedemos, sino que nos quedamos en el mismo lugar a veces durante años. Todos en algún momento nos hemos quedado estancados en medio de la incertidumbre, por eso en estas líneas quiero sugerirte cómo tenés que hacer para avanzar cuando estás confundido y no sabés qué rumbo tomar: 1. Caminá Cuando estás desorientado, sin saber para dónde ir, tenés que caminar. No importa que no sepas hacia dónde, no importa que no veas nada, ¡seguí caminando, no te quedes derrumbado en tu casa! Si te quedaste sin trabajo, nadie va a ir a la puerta de tu casa a ofrecerte uno: ¡si querés salir de esa situación, tenés que levantarte y caminar hacia lo que anhelás! 2. Accioná La vida consiste en resolver problemas. Hay gente que dice: “El día que se me terminen los problemas voy a ser feliz”, sin darse cuenta que el día que se le terminen los problemas va a ser el día que se muera. Resolvé los problemas de cada día, porque al día siguiente vendrán nuevos y se te irán acumulando. 3. Levantate como líder de tu vida No esperes sentado que alguien te llame, que alguien te reconozca, ¡levantate como líder de tu vida! No te enfoques en lo que te falta, no te compares con nadie; cuando veas crisis en tu vida, aunque seas prisionero de las circunstancias, levantate como líder. Necesitás aprender a darte ánimo a vos mismo para no quedar paralizado, para no entrar en un punto muerto. Frente a cualquier acontecimiento desfavorable, caminá, accioná, porque sin duda obtendrás la victoria.