Existen tres etapas por las que pasamos todas las parejas: el descubrimiento, la conquista y la colonización. Cuando comenzamos una relación de pareja estas tres etapas se dan una detrás de la otra, pero cuando ya formalizamos la relación, estas se tienen que dar simultáneamente durante toda la vida de pareja. Hoy quiero desarrollar la primera etapa: el descubrimiento.
En esta etapa empezamos a conocer al otro, lo descubrimos, averiguamos lo que le gusta, qué cosas disfruta, qué lo hace feliz, qué cosas le preocupan, lo angustian o lo hacen llora, cuáles son sus gustos personales, sus hobbies, sus pasatiempos favoritos. El descubrimiento es maravilloso, sin embargo, para que una pareja se consolide, es necesario pasar a las dos etapas siguientes. Muchas veces, una vez que nos casamos, formamos una familia, tenemos hijos, nos olvidamos de la etapa del descubrimiento, la dejamos en el pasado, porque creemos que ya sabemos todo del otro. Cuando esto sucede, cuando creemos que ya no vamos a descubrir nada nuevo en el otro, entonces aparece el aburrimiento, la rutina. Tu pareja ha pasado por diferentes circunstancias durante todos los años que pasaron juntos, y eso lo ha hecho cambiar. Ambos cambiaron, no son las mismas personas que conocieron al principio de la relación, y esta es la razón por la que es necesario que mantengas siempre activa la etapa del descubrimiento, de la exploración. Investigá cuáles son los proyectos a corto y a largo plazo que tiene tu pareja. El mayor proyecto a largo plazo que tiene que tener una pareja es que cada integrante de la misma alcance su máximo potencial. Y para que el otro logre su máximo potencial tenemos que asumir la tarea diaria de motivarnos mutuamente para que ambos lleguemos a nuestro máximo nivel. En la pareja, el amor sirve para que ambos alcancemos nuestras metas, para cuidar al otro, para perdonar, para reconstruir y volver a empezar la relación si la pareja pasó por situaciones difíciles. Aprendé a dejar atrás las pequeñas cosas y a partir de hoy construyan juntos algo nuevo, porque el amor que hay dentro de cada uno de ustedes es una fuerza extremadamente poderosa que nadie puede quebrar.