Charata: Piden que se investigue el móvil del doble crimen
El homicidio de una pareja se conoció en marzo; la hija de una de las víctimas cree que los mataron por motivos económicos. Los cuerpos fueron hallados tres días después de los homicidios. Nélida Figueroa, de 74 años, asesinada de tres tiros. Su marido, Neri Cáceres, de 77, de un disparo en la nuca.
Ese doble crimen conmovió a Charata, una ciudad de 50.000 habitantes situada a 274 km de Resistencia, capital de Chaco. Y, aunque se descubrió en marzo, todavía genera polémica: para la policía, está resuelto, con la prisión preventiva de dos jóvenes hermanos y las imputaciones a un tercer sospechoso, ahijado de Cáceres. Pero la familia de una de las víctimas ahora reclama que se profundice la pesquisa para esclarecer el móvil del hecho. Sospechan de un interés económico de alguien interesado en quedarse con el campo de Cáceres.
"Queremos saber el motivo de los asesinatos", dijo a LA NACION Nélida Córdoba, hija de Figueroa. El doble crimen fue descubierto el 19 de marzo, cuando una vecina fue a visitar a la pareja a su campo de Pampa Cejas.
Córdoba recela de los hermanos y sobrinos de Neri Cáceres. "Sólo los hijos luchamos por descubrir la verdad. La familia de mi viejo [Cáceres] no hizo nada, hasta se negó a declarar".
"El doble crimen conmocionó a Charata, pero para nosotros, en lo investigativo, está resuelto. Ahora será la Justicia la que diga si los detenidos son los culpables de los asesinatos", dijo a LA NACION el comisario principal Jorge Miranda Barrios, jefe de Investigaciones de Charata.
Miranda Barrios admitió que aún no se pudo descubrir el móvil del doble crimen y que tampoco fueron halladas las armas utilizadas para concretar el homicidio. La hipótesis del robo nunca fue descartada, a pesar de que después del doble crimen se hallaron 1500 pesos en un estuche para guardar anteojos y 400 pesos en la billetera de Figueroa. Además, se encontraron otros 2000 pesos.
El matrimonio vivía en un campo de 84 hectáreas. La mitad estaba alquilada. Había una plantación de girasol y también se criaban vacas.
"Pocos días antes se decía por la ciudad que mi madre y su marido había cobrado el dinero de la cosecha de girasol. También comentaban que habían vendido parte de las 84 hectáreas", agregó Córdoba, convencida de que el interés económico estuvo detrás del doble homicidio.
La hija de Figueroa está convencida de que resta detener a más personas por el doble crimen. El abogado de la familia, Jorge Nicoloff, dijo a LA NACION: "La investigación va camino al fracaso. Con lo que hay hasta ahora, durante el juicio no se va a poder sostener la acusación".
La causa está a cargo de la fiscal Virginia Pistán de Loto. Según fuentes del caso, tras la declaración de un testigo, se investiga una nueva hipótesis que podría vincular a familiares que estuvieron de visita en la escena del doble crimen y que no son de Chaco..