Había en un bosque un árbol que tenía más de quinientos años. Ese árbol había soportado trescientas tormentas, había sido atacado catorce veces por rayos, había resistido más de cuarenta huracanes, pero a todos sobrevivió. Sin embargo, un día llegó un ejército de termitas que comenzó a comer el árbol de a poquito. Esos pequeños ataques destruyeron la fuerza interna del árbol. Finalmente, el árbol cayó, arrastrando en su caída a muchos otros árboles del bosque que se encontraban a su alrededor.
A veces nos pasa lo mismo que a este árbol: no son las grandes crisis las que nos destruyen, sino las pequeñas cosas, las preocupaciones cotidianas. Son los asuntos insignificantes los que van calando hondo, de a poquito, día tras día, y así van matando nuestra fuerza interior.
Hay personas que se ponen de mal humor porque el esposo no preparó la cena, porque el colectivo no se detuvo en la parada o porque el tren se retrasó. Las diminutas termitas, hacer drama por pequeñeces, es una actitud que poco a poco va quitándote la fuerza interior. Casi sin darnos cuenta, empezamos a vivir cada día por lo que sentimos, y nos atamos, nos volvemos víctimas de nuestras emociones: si una situación nos pone de mal humor, entonces seguimos todo el día así. Quitale dramatismo a tu vida, no hagas una tragedia por cada cosa pequeña que te pasa, ¡quitá las termitas de tu vida!
El miedo es otro de los factores que nos quita fuerza interior. Existen miedos grandes y miedos pequeños. Hay gente que tiene miedo a que le saquen el lugar en una fila o a que se le adelanten cuando va con el auto por la calle. Algunos miedos grandes podrían ser perder el reconocimiento de alguien, perder los logros o no encajar en ningún lugar. Sin embargo, hay algo que siempre debés recordar: una de las cosas que nos da fuerza interior es aprender a vivir en la incertidumbre.
Esto significa que pase lo que pase en nuestra vida, vamos a saber actuar, porque no somos nenes, sino adultos experimentados. Por eso, ¡no te atormentes cuando tengas que vivir en la incertidumbre!.
A veces es necesario que trascendamos algunas cosas para poder crecer y avanzar. Trascendé eso que te dijeron, eso que te hicieron, no te quedes detenido en ese comentario, en esa situación ofensiva. Trascendé todas esas cuestiones, andá por más, no te podés frenar por cada termita que se te aparece en el camino, porque eso te va a quitar la fuerza interior.