En esta época del año es oportuno reflexionar sobre cuestiones que durante el apuro cotidiano dejamos pasar, pero siempre es interesante alejarse un poco de la inmediatez y analizar donde estamos.
“El hombre busca transcender su finitud, y lo hace al aumentar su autoconciencia, al incorporar cada vez más elementos de su entorno en su propia experiencia de modo tenga creciente sentido y relevancia en su vida. Vemos este desarrollo a lo largo de una vida individual. Como bebe el individuo es relativamente aislado y enajenado del mundo que lo rodea pero con el tiempo su experiencia es más integra, racional y menos enajenada. No solo los individuos, sino también las sociedades y las civilizaciones crecen y maduran. Lo hacen mediante tres expresiones culturales básicas: El arte, la religión, y la filosofía” (DarinMcNabb, Hegel y el Arte).
Esta reflexión nos convoca para ver algunos aspectos de la realidad. Si es cierto que estos tres elementos, el arte, la religión y la filosofía son indicadores del estado de autoconciencia o de posicionamiento de una sociedad, es interesante tratar de analizar qué pasa con ellos en nuestra comunidad.
Podríamos empezar con el “arte”. Cuál es el estado del arte en nuestra sociedad?cuál es el lugar que le damos al arte? qué valor le damos al arte”, y qué esperamos del arte? En primer lugar podemos preguntarnos luego de, digamos unos siete mil años de arte después de haber pasado por muchas etapas, primitivas, clásica, moderna, posmoderna, en qué estado estamos hoy, sirvió para algo todo el proceso previo, lo que hacemos hoy está enriquecido con la experiencia, y en tal caso en qué sentido. Buscamos innovar o nos contentamos con mantener vivas formas de arte ya agotadas. Qué lugar le damos al arte, en la escala de valores de las actividades de nuestra sociedad, qué valor le damos a la actividad artística? En este sentido es importante analizar cuáles son los aspectos que valoramos del arte. Invertimos en formar nuestros chicos en una conciencia de expresión artística, dedicamos esfuerzos y apoyamos políticas públicas que lo garanticen, valoramos luego nuestros artistas, salimos de nuestra zona de confort para buscar nuevos retos y desafíos o por el contrario nos quedamos en la anécdota, en la valoración de los resultados ya consagrados, nos encandilamos con los logros exportados, somos capaces de aceptar nuevas propuestas artísticas o solo esperamos lo ya conocido?.
Con respecto a la religión, tenemos otra gran cantidad de incógnitas que demandan de alguna manera también un análisis. Sabemos que las leyes como los tratados internacionales establece la libertad de credo. De hecho el concepto de derechos humanos reposa sobre la garantía de no discriminación entre otras cosas por razones religiosas, pero la pregunta es si nosotros, los Chaqueños logramos romper el formato encorsetado en nuestra mente de la estructura religiosa que creemos valida. En este sentido nadie se escapa a las grandes deficiencias de las religiones formalmente establecidas, instituciones creadas y gerenciadas por hombres, pero que con todas sus deficiencias cumplen un rol en la sociedad y eventualmente son un opción en el camino espiritual, o por lo menos lo facilitan. Pero más allá del análisis de la bondad o no de las religiones, lo que es interesante es analizar cuál es el grado de tolerancia real que ejercemos los chaqueños en materia religiosa. Somos realmente tolerantes con las expresiones religiosas con las que no comulgamos, y en tal caso cual es nuestra actitud ante aquel que no comparte nuestras creencias? Sostenemos el derecho a la libertad de credo y lo profesamos en cada actitud?.
Por último en la filosofía, que yo reduciría a los fines de este análisis a la epistemología o ciencia del conocimiento, yo me preguntaría qué tipo de conocimiento sostiene nuestra sociedad, esto es apostamos a la explicación de las cuestiones comunes en base a formas ajustadas a criterios de validación contrastables, o seguimos postulados teñidos de sesgos ideológicos. No hay duda que es imposible escapar a la ideología, pero sí podemos trabajar sobre la actitud y la honestidad que nos convoca en cada disciplina.
Obviamente que estos temas son arduos y esto no es sino una elemental alusión pero estos y otros interrogantes pueden ayudarnos a entender un poco más cuál es nuestra situación, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Es una tarea que nos compete a todos.
FELIZ AÑO NUEVO QUERIDOS CHAQUEÑOS! MARIANO SEBASTIAN MORO Director del grupo ambientalista UNA TIERRA