Muchas veces pensamos que una decisión correcta es aquella que nos trae buenos resultados, sin embargo, este es un concepto equivocado. Que una decisión que tomamos fue o no una buena decisión no se determina por los resultados, sino por dos parámetros o niveles:
En primer lugar, para saber si una decisión que tomamos es la correcta tenemos que evaluar nuestro nivel de satisfacción. Cuando hablo de satisfacción no me refiero a ver si estamos contentos por haber tomado esa decisión, sino de analizar si lo que decidimos es lo que verdaderamente nos satisface. El segundo parámetro se refiere a la aceptación de las consecuencias que implica la decisión que tomamos.
Por ejemplo, es posible que alguien diga que quiere estudiar una carrera, pero en verdad lo que siente es curiosidad por ver si puede entrar a la universidad. Estudiar una carrera, entonces, no era su verdadero deseo, lo que iba a causarle satisfacción. Esta es la razón por la que es importante que nos preguntemos: “¿Es esto lo que realmente quiero?”.
Es imprescindible que sepas si esa decisión te trae satisfacción, porque una decisión satisfactoria siempre es aquella que te permite asumir el costo, las consecuencias de haberla tomado. Si decís: “Bueno, tomo la decisión y después veo…”, si no asumís las consecuencias, muy probablemente tu decisión sea incorrecta.
Para tomar decisiones que nos traigan satisfacción debemos aprender a negociar con nosotros mismos, de lo contrario, siempre vamos a ser personas impulsivas que actúan en forma irreflexiva, tal como lo hacen los niños y los adolescentes. Necesitamos salir de las actitudes infantiles y empezar a unir la satisfacción a la negociación interna, es decir, preguntarnos si estamos dispuestos a pagar el costo.
Si así lo hacemos, entonces sí estaremos tomando una decisión correcta. Si aprendés a negociar internamente no vas a volver atrás con ninguna decisión. Y en caso de que te equivoques en una determinación, tené en cuenta que en el futuro podrás cambiar esa decisión y negociar nuevamente con vos mismo para tomar una nueva. ¡Comenzá el 2018 tomando las mejores decisiones para tu vida!