Mi vida es una escalera descendente, voy de mal en peor - EsChaco.com - Resistencia

Alejandra Stamateas

Jueves, 19 de julio de 2018

Mi vida es una escalera descendente, voy de mal en peor

Cuando las cosas no salen como anhelamos, sentimos que vamos en descenso, perdiendo cosas en el camino. Quizás perdiste tu negocio, tu salud, tu pareja, tu calidad de vida, tu tiempo, y por eso sentís que vas de mal en peor.

Sin embargo, lo primero que tenés que saber es que, antes de perder todo eso, perdiste algo esencial: el entusiasmo, y esa es la razón por la que seguís en descenso. Si perdés algo pero mantenés el entusiasmo, volvés a salir a flote rápido. El problema es que seguís bajando porque, antes de perder dinero, el trabajo o la pareja, perdiste el entusiasmo y la pasión. ¿Cómo lo recuperamos? Veamos:

En primer lugar, para recuperar el entusiasmo tenemos que tirar abajo nuestro “muro de los lamentos”. El muro de los lamentos son esas frases que nos repetimos a diario cuando estamos mal, deprimidas o angustiadas, cuando algo nos salió mal o vivimos un momento desagradable. Por ejemplo, muchas veces afirmamos: “si sigo así, me muero”, “no me da más la cabeza”, “ya no tengo ganas de nada”.

La única forma de renovarnos es transformando nuestra manera de pensar, tomando decisiones, aprendiendo a analizar la circunstancias, y para eso necesitamos tirar abajo el muro de los lamentos que hay en nuestra vida.

En segundo lugar, para detener el avance por esa escalera descendente debemos derribar toda mediocridad. ¿Qué ves cuando entrás a tu dormitorio?, ¿ves armonía o ves la ropa tirada en el piso? ¿Qué ves cuando entrás a tu cocina? ¿Qué ves cuando llegás a tu trabajo?, ¿ves un espacio ordenado, agradable, o ves la taza rota en la que tomás café todos los días?

¿Qué ves cuando mirás a tu alrededor? Necesitás poner el foco en lo que te rodea, porque así como está todo a tu alrededor muchas veces está nuestra vida. Y necesitamos volver a levantarnos y acomodar nuestro exterior y nuestro interior. Buscá la excelencia en todo lo que hacés, en todo lo que está cerca de vos.

¡Quebrá la mediocridad!

Está muy bien que busquemos ascender, pero lo más importante para lograrlo y no caer es saber en qué pared vamos a apoyar la escalera. Los problemas, las crisis, siempre vendrán a nuestra vida, pero no podemos permitir que nada de eso nos haga ir hacia abajo. Dentro de vos y de mí está la fuerza para volvernos a entusiasmar y salir adelante.