¿Por qué a veces nos cansamos tan rápidamente de ciertas cosas? Hay muchos motivos por los que podemos tener desgaste, y lo que antes nos gustaba, ahora ya no nos interesa, pero hoy quiero compartirte a cerca del síndrome deDorian Grey.
Esta novela escrita por el autor irlandés Oscar Wilde trata sobre el mito de la eterna juventud. Un pintor queda fascinado por la hermosura de Dorian, su joven modelo. El pintor declara que le gustaría que Dorian pudiese permanecer para siempre joven y que el que envejeciera fuera el cuadro. Este deseo se convierte en un pacto que lleva a Dorian a cometer todo tipo de atrocidades. Las personas con el síndrome de Dorian Grey sienten miedo a envejecer, por lo que hacen de todo para evitar deteriorarse.
¿Qué es el “efecto Dorian Grey”? Todos solemos pintar un cuadro de nuestra vida, de la vida de los que nos rodean y de las situaciones que vivimos, y lo guardamos bajo siete llaves en nuestro interior. Así, nos mostramos como personas ideales, con todas las cosas buenas que tenemos, mientras que todo lo negativo, lo malo, lo que no queremos mostrar, como le pasaba a Dorian Grey, aparece en el cuadro.
Ninguno de nosotros quiere ver las situaciones negativas que ocurren en nuestro trabajo, las cosas negativas de nuestro jefe, de nuestra familia, de nuestros hijos, del país. Todos queremos tener una imagen ideal de todo, y que lo negativo quede en el cuadro, cerrado bajo siete llaves. Ahora bien, ¿qué pasa cuando el otro no responde con el ideal que tenemos? Nos decepcionamos.
En la película Dorian Grey se enamora de una actriz, pero en realidad no se enamora de ella, sino de los personajes que representaba. Cuando la actriz se enamora de él y le confiesa que dejaría la actuación, Grey se enoja y le dice: “Yo no te quiero a vos, a mí lo que me atrae son tus personajes, así que si no vas a ser más actriz, esto se terminó”. Grey se desilusionó y la dejó. Ella le rogó que volviera, y como él no lo hizo, al poco tiempo decidió terminar con su vida.
Cuando amamos el ideal nos terminamos desilusionando, porque no vemos el cuadro completo, no advertimos que las personas son seres humanos que se equivocan igual que nosotros. Por eso, es bueno comenzar a relucir los cuadros que pusimos bajo siete llaves, el tuyo y el de las personas que te rodean.
Lo peor que nos puede pasar es escondernos de lo que somos. Por eso, te sugiero que aprendas a contemplar el cuadro completo. No es sano idealizarte ni idealizar a la gente, eso no nos sirve para vernos y descubrirnos cada día.