De Fondos Sojeros, verdades a medias e hipocresías
Durante la semana que pasó, el Gobierno Nacional, a través de un DNU, derogó el Fondo Federal Solidario, más conocido como el Fondo Sojero, un acto que movilizó a diferentes sectores políticos con fuertes críticas a la medida, e incluso con presentaciones judiciales.
El Fondo Sojero se creó en 2009 a través del Decreto 206, firmado por la entonces Presidente Cristina Fernández de Kirchner. ¿Cuál era el contexto de ese entonces en relación a la distribución de fondos nacionales? Las provincias recibían aproximadamente el 25% de los mismos, con un fuerte centralismo del Gobierno Nacional en la retención de fondos, que consolidaron un sistema más bien unitario y por ende, una dependencia más fuerte de las provincias al poder central.
Aunque este Fondo tenía el objetivo de reforzar los presupuestos destinados a infraestructura en cada una de las provincias y municipios adherentes, sabemos con certeza que no siempre se ha cumplido, sino que por lo contrario, en determinados casos se utilizó para financiar gasto corriente, como ser el pago de sueldos, entre otras cosas.
¿Cuál es el escenario hoy? Las provincias reciben alrededor del 34% de los recursos nacionales. Nadie puede negar que en los últimos dos años y medio se han incrementado las transferencias automáticas y otorgado mayor autonomía a las provincias, a través de diferentes herramientas donde se destacan dos principales: la devolución progresiva del 15% de coparticipación que se retenía para Anses y la firma del Acuerdo Fiscal con sus correspondientes compensaciones.
Esto tiene un resultado: si comparamos las transferencias automáticas del Gobierno nacional al Chaco en el período Enero - Julio de 2018 con mismo período de 2017, los mismos se han incrementado en un 44,5%, muy por encima de la inflación acumulada.
Si hacemos la misma comparación (Enero - Julio) de 2018 respecto a 2015, los fondos que captó el Chaco se incrementan en un 145%, también por encima de la inflación.
El objetivo de brindar más autonomía a las provincias se ha ido logrando, y seguramente se puede fortalecer todavía más. Pero confundimos autonomía y federalismo con deslinde de responsabilidades. Creemos que el verdadero federalismo se da en que el Gobierno Nacional ejecute obra pública sin que le salga un peso al estado chaqueño, cuando el verdadero federalismo se da en la mayor captación de fondos y en el equilibrio entre lo que se queda la nación y lo que se envía a las provincias.
Si la educación, la salud, las rutas provinciales, las plantas potabilizadoras, el pavimento, por nombrar algunas cosas, son de competencia provincial, ¿por qué hay sectores políticos que siguen pidiendo que los haga la Nación sin que el Chaco invierta nada? Si se hace, bienvenido sea. Si no se hace, no debemos enojarnos con nadie, sino hacerse cargo de las cosas por la cual fueron votados.
Así y todo, aunque escuchemos reclamos y gritos tribuneros, poco más de dos tercios de la obra pública que se ejecuta en el Chaco se realizan con fondos nacionales. Pero eso no lo dicen.
Las gestiones más “resonantes” del Gobernador Peppo, tal como lo ha manifestado incluso el Diputado provincial Juan Manuel Pedrini, no son otra cosa que lograr la asistencia nacional para solucionar problemas netamente provinciales: adelanto de coparticipación para pago de suelos, refinanciación de la deuda con Cammesa, crédito de 500 millones de pesos para refinanciar otro crédito.
Cito al Diputado provincial: “Durante este mes de julio las gestiones de Peppo fueron muy importantes (…) consiguió un adelanto de coparticipación de 700 millones de pesos para pagar los sueldos de junio”. ¿Entonces? ¿Un gobierno nacional que condena a la miseria al Chaco? Que rara todo.
Pero como no es el objetivo de hoy debatir sobre el verdadero significado del federalismo, vuelvo a la cuestión sojera.
Hemos visto que el Intendente realizó una acción judicial, una decisión que tiene toda la facultad de realizar, y que concejales de su espacio político salieron a los medios a decir lo que impacta esto para Resistencia.
No voy a negar que el corte de este fondo en plena ejecución presupuestaria puede traer sus problemas, pero de allí a decir que le “siguen sacando recursos a Resistencia” no es otra cosa que una vil mentira.
En la misma línea que lo expliqué antes, los recursos de la provincia han crecido fuertemente por encima de la inflación, con nuevas asignaciones que surgen de la devolución del 15% retenido y de la firma del Acuerdo Fiscal, y ello hace que los recursos de la ciudad, por el propio esquema de distribución provincial, también crezcan.
A Resistencia no le “siguen quitando recursos”, más bien, los ingresos siguen creciendo mes a mes. De ahí, a como lo administren, ya es otra historia.
Desde mi concejalía hemos insistiendo en la aprobación del proyecto de creación del programa “Resistencia Abierta”, algo que logramos este año y que se plasma en la Ordenanza Nº 12662, en donde uno de sus puntos determina que el Municipio debe publicar la ejecución presupuestaria con el origen de los fondos y la forma que fueron ejecutados. De ese modo, sabríamos cómo se destinaron los recursos del Fondo Sojero en la ciudad. Pero, parece que aún no tuvieron tiempo de hacerlo.
En el año 2016, a raíz de la firma del acuerdo de devolución del 15% de Anses, la Nación garantizó la devolución de fondos a un ritmo del 3% anual durante 5 años, con la posibilidad de pedir crédito como una forma de “adelantar” esa devolución. Resistencia lo solicitó y accedió a 33 millones de pesos a finales de 2016. Nunca explicaron nada, los denunciamos en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, y nos dieron la razón en el planteo. ¿El problema? A pesar de tener la razón, jamás nos dijeron a dónde fueron a parar esos 33 millones. Es un ejemplo del escenario en donde nos movemos.
Pidamos por más recursos; trabajemos para generarlos. Reclamemos lo que consideremos justo. Elevemos nuestras quejas cuando la creamos conveniente. Pero no seamos hipócritas.
¿Queremos más fondos? Seamos transparentes y mostremos a todo el mundo como gastamos los que ya tenemos. Es fácil decir, como hizo un par concejal, que se les quitó 70 cuadras de pavimento a los vecinos. Seguramente ese número sea cierto, pero ¿cuántas cuadras se le dio a raíz del incremento de transferencias automáticas?
Toda historia tiene dos lados. El desafío es vincularlos para tener un escenario más exacto y argumentos más sólidos. Y sobre todo, para hacer nuestro trabajo, por el que fuimos votados. Ni más, ni menos.
Por María Teresa Celada. Concejal de Resistencia por la UCR.