¿Qué características tiene una mujer complaciente? Veamos:
● Complace, agrada a todo el mundo para no ser abandonada.
● Se adapta a los gustos de los demás. Por ejemplo, cuando salen de vacaciones o a comer afuera, siempre van a donde la familia quiere ir, no al lugar que ella desearía.
● Su máximo objetivo es ser querida, y los subproductos de la complacencia son la culpa y la preocupación. La mujer complaciente es una mujer culpógena que vive constantemente preocupada. ● Cuanto más complace a los demás, más exigentes se vuelven los otros, y poco a poco, por mucho que ella se esfuerce, a ellos nada les viene bien.
A veces las mujeres no solo somos complacientes con la gente, también con la sociedad, con lo que la cultura dice que está bien y que está mal, con los límites que nuestro cuerpo nos pone, y esta actitud nos lleva a enterrar nuestros anhelos.
Es muy posible que después de mucho intentarlo infructuosamente, hayas dado vuelta la página y dicho: “Este sueño en mi vida no se va a cumplir. Voy a seguir adelante sin eso. Si no se puede, no se puede”. ¿Cuantos sueños enterraste en tu vida? Una mujer complaciente es una excelente sepulturera de sueños y deseos propios, es alguien que está pendiente exageradamente de los sueños y deseos de los demás, porque está muy poco pendiente de sus propios proyectos y aspiraciones.
¿Cuál es el sueño que tenías y un día enterraste?, ¿cuál es el sueño por el que trabajabas y después de un tiempo decidiste olvidar? No está mal pensar en las necesidades de nuestra familia, de nuestros hijos, de nuestros amigos, pero cuando lo único que nos preocupa son las necesidades de los demás y nos olvidamos de las propias, ahí estamos siendo complacientes.
Querida mujer, el único requisito para desenterrar tus sueños es que tengas fuerzas. Y aunque digas lo contrario, las fuerzas las tenés. Hay gente que cree que primero tiene que tener fuerzas y después un proyecto, pero las cosas son justamente al revés: primero está el proyecto para conquistar, y después salen las fuerzas que llevamos dentro. Si no tenés fuerzas es porque seguramente enterraste el proyecto, pero apenas vuelvas a él, las fuerzas surgirán multiplicadas como nunca antes para que seas capaz de volver a darle vida a cada uno de tus sueños que olvidaste.