Afecta a la paz de los chaqueños la impunidad con que se mata a un niño
En la ciudad de Sáenz Peña ocurrió uno de los hechos más aberrantes de los últimos tiempos en la provincia del Chaco: la muerte del niño de 13 años, Ismael Ramírez, a consecuencia de un disparo de arma de fuego de un asesino que anda todavía libre por las calles de la ciudad termal.
El crimen del niño se produjo en un contexto de fuerte despliegue de un operativo represivo de fuerzas de seguridad de la policía de la provincia del Chaco, a los que luego se agregaron la Policía Federal y de Gendarmería Nacional, convocados ante presuntas o reales amenazas de saqueos a comercios de la segunda ciudad de la provincia.
Representantes de la comunidad qom de Sáenz Peña, por su parte, dieron otra versión de los hechos: niegan tales incitaciones a saqueos y refieren que el problema se originó cuando reclamaron a un supermercado conocido la devolución de las tarjetas alimentarias que el comercio les retenía, presumiblemente para adosarle los últimos aumentos en productos de la canasta familiar. Denunciaron también que, lejos de acciones “disuasivas”, las fuerzas provinciales y federales se internaron a los balazos en los barrios aledaños de la comunidad, allanando lugares y ejerciendo violencia contra las personas, sin respetar niñes, mujeres ni ancianos.
Una de las denuncias más graves que realizan los familiares de Ismael, y que compromete el accionar de las fuerzas provinciales y federales de seguridad involucradas, es que estas fuerzas negaron el acceso a las ambulancias que hubieran permitido salvarle la vida al niño, que tuvo que ser trasladado en un auto particular que solidariamente llevó a Ismael hasta el Hospital 4 de Junio.
Como telón de fondo de una política brutal de ajuste del gobierno nacional, que condena a la miseria y a la desesperanza a miles de nuestros comprovincianos aparece la hipocresía, el cinismo y, lo peor, la impunidad de los poderosos, llámense funcionarios o empresarios, tergiversándolo todo.
Llama la atención el silencio preocupante de los representantes de los cultos religiosos en el Chaco ante la pérdida dolorosa de la vida de un niño de 13 años. Deberían pronunciarse pidiendo justicia.
Preocupa que la única solución del Estado sea la violencia institucional o la indiferencia, amén de advertir que el gobierno provincial debe priorizar la vida y la integridad de los chaqueños y evitar comprometerse en aventuras represivas sin retorno, a causa de políticas de ajuste nacionales.
Toda nuestra comunidad debe tomar como una obligación moral indelegable: la de acompañar a la mamá, a los hermanitos, a los compañeros de escuela y maestras de Ismael en este reclamo inmediato por verdad y justicia y no parar hasta dar con los autores de este hecho aberrante.
* OPINIÓN
AUTOR: CARLOS MARTÍNEZ EX DIPUTADO PROVINCIAL LIBRES DEL SUR-CHACO