Recorriendo las calles, la conocí y me tomé el atrevimiento de ponerle un nombre, que parece fue de su agrado porque me presta atención cada vez la llamo. No importa si fuera un piquete, una fiesta o una procesión, ella seguro está. La plaza es su terruño, pero tambien la encontré en la peatonal y otras tantas frente a la Iglesia; siempre moviéndose entre las personas. Si hay gente y es en la plaza, La Pancha seguro está, moviendo su cola y con su andar de lado. Tal vez "Fernando" dejó su alma vagabunda en ella. Jorge Tello