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Juan García
Lunes, 21 de octubre de 2019
Mariano Ferreyra, la actualidad de una lucha clave
Hoy, hace nueve años, fue asesinado Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, cuando participaba de una movilización junto a los precarizados ferroviarios que pedían el ingreso a planta. La patota que disparó contra los precarizados, asesinando a Mariano e hiriendo gravemente a Elsa Rodriguez y otros compañeros, fue organizada por la burocracia sindical ferroviaria, encabezada por José Pedraza.



Se trató de un crimen de estado contra la clase obrera. La patota tiró a matar en defensa de un negociado. La Unión Ferroviaria gestionaba “cooperativas” y empresas que empleaban a los ferroviarios como tercerizados, pagándoles sueldos que eran la tercera parte de los de los trabajadores de planta y embolsándose los subsidios aportados por el Estado. Este negociado se desarrollaba al amparo del Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada, quien actuaba con total complicidad con Pedraza, como quedó demostrado en el curso de la causa judicial. La policía, bajo el comando político de Aníbal Fernandez, liberó la zona para garantizar la impunidad del ataque.

Una tenaz lucha popular, masiva desde las enormes movilizaciones del mismo 20 y el 21 de octubre de 2010, logró llevar al poderoso José Pedraza y a los autores materiales y policías cómplices del crimen, a la cárcel.

Sin embargo, las causas de fondo que llevaron al asesinato son causas populares totalmente vigentes. La lucha contra la precarización laboral, por el pase a planta y el trabajo por convenio, es una lucha central en todo el país y golpea fuertemente en el Chaco, donde miles de precarizados trabajan por sueldos de miseria y se desarrollan grandes luchas por el pase a planta. Ahí están, para demostrarlo, los compañeros de cultura con mas de un mes de paro, los porteros de escuelas o los compañeros del programa expertos del Ministerio de Salud, que reclaman el pase a planta.

La cuestión de la defensa de los convenios y derechos laborales es un tema central en la etapa actual. Con Macri, pero también con un futuro Gobierno de Fernandez, el empresariado reclama una nueva reforma laboral para liquidar las conquistas obreras plasmadas en los convenios colectivos. O sea que mientras en la provincia se pelea el pase a planta, los empresarios buscan reducir a la precarización incluso a los trabajadores que, hoy, están por convenio.

Es significativo que, en defensa de este negociado, haya salido la Unión Ferroviaria de José Pedraza. Las patotas de la burocracia, que ya defendieron la precarización bajo el Gobierno de Cristina, fueron lacayos de Macri dejando pasar todos los atropellos de este Gobierno, y se preparan ahora para ser un puntal de un nuevo ajuste bajo la forma de un pacto social. La recuperación de los sindicatos para que vuelvan a ser organizaciones democráticas, independientes de la patronal, y de lucha por los derechos de los trabajadores, es una necesidad vital para la clase obrera argentina.

Como se puede ver, a nueve años, las banderas que levantó Mariano y que le costaron la vida están mas vigentes que nunca. Sus compañeros del Partido Obrero las levantamos todos los días en la lucha por terminar con este régimen social responsable de la miseria y la opresión ¡Viva tu lucha obrera y socialista!


Juan García, Militante del Partido Obrero


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