Antonia Morán: “Yo siempre supe que esos restos no eran de Maira”
Esta semana se supo que Antonia Morán tenía razón: los restos hallados en la zona rural de Villa Ángela no son de Maira Benítez. “Rodrigo Silva sabe la verdad y no puedo entender por qué no habla”, afirmó.
La confirmación se desprende del informe realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), al cual tanto Antonia como su abogada, Silvina Cantero, tenían acceso hace tiempo pero esperaban el informe final para hacerlo público.
Sin embargo, la información tomó estado público esta semana y sin el consentimiento de Antonia Morán y su familia, mostrando una vez más, que a algunos medios de comunicación no les interesa respetar los deseos de las familias de víctimas de crímenes.
Maira Benítez desapareció el 17 de diciembre de 2016, tras años de disputa judicial fue condenado Rodrigo Silva por homicidio simple a 21 años de cárcel, quedando varios involucrados libres.
Desde entonces, su madre lleva adelante una lucha para que el crimen se condene como debería ser "un femicidio"; y para que los culpables confiesen cuál fue el destino final de los restos de Maira.
Los restos y el informe
En agosto de 2019 fueron hallados restos humanos en un campo de Villa Ángela. La fiscalía interviniente, solicitó una pericia para cotejar datos y confirmar si se trataba o no de Maira Benítez. A cargo de ese análisis estuvo el Instituto de Medicina Forense del Poder Judicial de la provincia del Chaco, equipo que a partir de unas pericias practicadas en el maxilar y un diente adosado del cráneo y cotejando con un informe dental de Maira, determinaron que se trataba de ella sin realizar un ADN.
Para Antonia Morán no había certezas y por eso no firmó el acta de conformidad de la pericia y tampoco retiró los restos óseos.
Pese a los intentos de la Justicia chaqueña de convencer a Antonia de que los restos eran de Maira, ella y su abogada, resolvieron solicitar que los restos sean enviados al Equipo Argentino de Antropología Forense para que estos realicen un examen exhaustivo.
Antonia esperó más de un año para que la fiscalía de Villa Ángela, a cargo de Gisela Oñuk, librara el oficio que permitiría enviar esos restos al EAAF.
Tras varias semanas de estudio, el EAAF determinó: "Se concluye, en base a resultados obtenidos, que las muestras óseas pertenecen a un individuo masculino y excluyen a su vez con el vínculo biológico investigado”.
La conclusión se desprende de las muestras de ADN tomadas a Antonia Morán y a Brisa, la hija de Maira.
Dudas confirmadas
"Desde el momento en que me los quisieron entregar yo planteé que esos no eran los restos de mi hija. Mi corazón me lo decía", sostuvo Antonia en declaraciones a Radio Libertad. También insistió en que es “Rodrigo Silva el único que sabe la verdad” sobre el destino final de Maira.
Por otra parte, explicó que la fiscal Gisela Oñuk le informó a Silvina Canteros que los restos hallados no eran de Maira. Ahora, “ninguna persona del Poder Judicial habló conmigo, necesito una explicación", aseguró Antonia.
Asimismo, la abogada de Antonia, Silvina Canteros, se refirió a cómo va a proceder tras el informe del EAAF. “Un hueso masculino no se puede confundir con un hueso femenino, de plano es una responsabilidad profesional y, si vamos en escala de pensar las responsabilidades, yo no puedo dejar de pensar en un acto de encubrimiento frente a la desaparición de Maira Benítez”, manifestó.