Parque Nacional Impenetrable: una mirada retrospectiva, su conservación y oportunidad de turismo
En materia de conservación ya se contabilizan algunos avances significativos a casi cinco años de la inauguración oficial del Parque Nacional El Impenetrable, el 25 de agosto del 2017.
Con la apertura de un complejo de carpas o ‘glamping’ en el Paraje La Armonía y de la Escuela Taller de Turismo de Naturaleza ‘El Bermejito’, se capacitaron a lo largo del año 2021 los residentes de las comunidades locales en la elaboración de distintas artesanías.
Esto básicamente redundó en una mayor calidad en la atención y la prestación de servicios turísticos y en una mayor afluencia de visitantes, en uno de los parques de mayor extensión del norte grande argentino.
A modo de balance en 2021 la posibilidad de alojamiento en el acceso al Parque Nacional el Impenetrable incrementó el número de visitantes a 745, que superaron en número a los 529 que habían llegado en el 2019, el año de la pandemia.
Por otra parte dentro del parque, se habilitarán nuevas áreas de uso público, como el sector de picnic ‘Carandá’, nuevos senderos, a la vez que se planificó la apertura de una zona de acampe ‘La Fidelidad’ en la ribera del Río Bermejo; y finalmente se está trabajando en la posibilidad de abrir un nuevo portal de acceso en el límite sur-oeste para el lado de Nueva Población, expuso durante su alocución el Intendente del área protegida Hernán Luisi, en la presentación del “Destino Impenetrable” en la FIT.
Pero, así como hay fortalezas, también hay debilidades: una de ellas es la necesidad de avanzar con un cerramiento perimetral de alambre de púas que impida la intrusión de ganado vacuno -por ejemplo-, o cazadores furtivos.
Desde sus albores como área protegida científicos e investigadores hicieron importantes hallazgos y descubrimientos como la presencia de un ejemplar de yaguareté al que al que le colocaron un collar de seguimiento satelital en 2019 y lo bautizaron –concurso mediante- con el nombre de Qaramta: “el que no puede ser destruido”. Producto de una cruza con Tania, una hembra de cautiverio, nacieron dos hermosos cachorros en 2021.
También se produjeron registros de huellas de otros ejemplares de tigre criollo, además del reciente descubrimiento de nuevas especies de insectos en el territorio del Parque Nacional y otros animales considerados extintos como un ejemplar de lobo gargantilla o nutria gigante que habita en la ribera del Río Bermejo.
Este panorama resulta auspicioso porque multiplica el interés de la comunidad científica y de observadores de fauna, interesados por conocer el parque, que además de su gran biodiversidad encierra una gran riqueza en costumbres y tradiciones; situación que favorece a los emprendedores del Impenetrable, que con capacitación mediante ya han comenzado a comercializar sus artesanías a través de Mercado Libre y a brindar distintos servicios de ecoturismo con estándares de calidad.
ALGUNAS ASIGNATURAS PENDIENTES
El Parque Nacional El Impenetrable resguarda una de las muestras mejor conservadas del Chaco Seco. Sin embargo, la presencia humana ha generado sobrepastoreo ganadero, caza furtiva y tala ilegal de especies madereras.
La caza furtiva y las enfermedades que trajo consigo la actividad ganadera terminaron por hacer desaparecer a los grandes herbívoros de los pastizales otrora muy extendidos, como el venado de las pampas o el guanaco.
La caza furtiva se verifica en numerosos sectores del parque, pero es más intensa a lo largo de los ríos, por lo que la fauna asociada a los cursos de agua ha sido la más impactada.
La instalación de la Estación Biológica en El Impenetrable sirvió además de los registros realizados para proponer medidas de manejo de ecosistemas, destinadas a recuperar zonas de pastizal y a restaurar poblaciones de especies extinguidas para devolver al Impenetrable la integridad y funcionalidad ecológica del Chaco Seco, para que recupere así sus procesos evolutivos y ecológicos característicos y vuelva a brindar en forma eficaz y eficiente los servicios ambientales que le eran propios en otro tiempo.
Por ello una de las primeras tareas que deben encararse en el Parque Nacional El Impenetrable es la reducción o eliminación de amenazas de modo tal que permita al ambiente y a las especies vegetales y animales, comenzar un proceso de recuperación espontáneo. Atendiendo especialmente a la caza furtiva, la pesca y tala ilegales, el sobrepastoreo por ingreso no autorizado de ganado al parque y la presencia de burros asilvestrados. El ambiente más amenazado del Parque Nacional El Impenetrable es el de los pastizales y pajonales asociados a los antiguos cauces de los ríos principales de la región.
Lo bueno es que, si bien se produjeron cuantiosos daños, también se pueden reparar: una de herramientas más innovadoras y recomendadas para devolver la integridad y funcionalidad ecológica de los ecosistemas es el reasilvestramiento o rewilding, que consiste en la reintroducción activa de las poblaciones de grandes animales que ya se extinguieron. En este sentido, África del Sur tiene experiencia en la translocación y liberación de miles de grandes mamíferos, Europa está ejecutando el ambicioso programa Rewilding Europe, y EEUU ha realizado experiencias de reintroducción de bisontes, lobos, linces, cóndores y nutrias marinas.
En este contexto, El Impenetrable podrían servir como refugio para las especies extinguidas como: el Venado de las pampas, el Ciervo de los pantanos, el Guanaco, el Yaguareté, la Nutria gigante y la tortuga Yabotí.
La experiencia en reintroducción de fauna llevada adelante por la Fundación Rewilding Argentina y la Administración de Parques Nacionales en Esteros del Iberá, que ya muestra resultados auspiciosos en la recuperación de varias especies, puede ser utilizada para desarrollar en El Impenetrable una propuesta similar. De hecho, Iberá y El Impenetrable podrían complementarse no solo en la transmisión de conocimientos generados sobre reasilvestramiento, sino que además podrían servir como fuente de individuos de especies aún existentes en uno de los parques, pero extintos en el otro.
Así, el Iberá puede constituirse en proveedor de ciervos de los pantanos y venados de las pampas para reintroducir en El Impenetrable y la experiencia ganada en reintroducción de yaguareté puede ser utilizada luego en Impenetrable.
Es interesante destacar que la presencia histórica de las especies en El Impenetrable, han sido registradas en tiempos de antaño por exploradores y viajeros como Pablo Soria en 1826; Baldrich en 1889; Cornejo en 1770; De la Serna en 1900; los hermanos Leach en 1899; el padre jesuita Martín Dobrizhoffer, en 1763 y Giovanni Pelleschi, en 1874.