El Museo del Hombre Chaqueño Ertivio Acosta, a través de su Área de Investigaciones Históricas, recuerda el importante hecho de la provincialización del Chaco a conmemorarse el 8 de agosto.
Habían transcurrido muchos años desde que el Territorio del Chaco creado en 1884, superaba los 60.000 habitantes, (que establecía la Ley 1.532) para transformarse jurídicamente en una provincia.
Pero los intereses económicos y políticos de los sectores vinculados a la producción extractiva de nuestros recursos naturales, y a la entrega dadivosa de la tierra, impedían a éste y otros Territorios Nacionales, alcanzar el status provincial.
Vanos fueron los intentos de los sectores empresariales, de las fuerzas económicas y políticas de la ciudad y el campo, y de los propios gobernadores para alcanzar tal objetivo, que posibilitó que los chaqueños pudieran elegir a sus propios gobernantes, administrar su propia justicia, dictar sus propias leyes, etc.
Solamente con la llegada del peronismo al poder político nacional, en 1946, comenzó a moverse el tablero político y gremial que llevó a la sanción de una Ley Nacional, posibilitando el logro de ese anhelo tantas veces postergado.
Sería Eva Perón, de visita al Chaco en 1947, quien entusiasmó a los dirigentes sindicales peronistas, enrolados en la CGT, para la redacción de un borrador donde se contemplara un ensayo de Constitución.
Entre los dirigentes obreros figuraba Demetrio Sepúlveda, Carlos Groo, Felipe Gallardo, por nombrar a algunos. Mientras que en el ala política se destacaban Millan Ford y Eduardo Jarque, mentores de la formación del Partido Peronista en el Chaco.
La formación del partido y la implementación de un plan para la creación de una nueva provincia fueron procesos paralelos, pero en definitiva fue la negociación de los trabajadores con Eva Perón, la que hizo posible la sanción de la Ley 14.037 por la que se creaban provincias en lo que eran los Territorios de Chaco y La Pampa.
La Convención del Chaco, donde fue hegemónico el Partido alineado tras la figura de Perón y de Eva Perón, sancionó la Constitución de 1951, de neto corte obrerista y donde el gobernador sería un obrero y la Cámara de Diputados estaría integrada en un 50 % por trabajadores.
Este triunfo de la civilidad chaqueña, consagró a Felipe Gallardo, del Sindicato de Oficios Varios, como gobernador de la provincia. Su obra fundante fue abortada por el golpe cívico-militar de 1955, quebrando de esta manera la soberanía popular alcanzada por la flamante provincia Presidente Perón.