ESCHACO IMÁGENES

Domingo, 2 de julio de 2023

La Casa Museo que nos invita a conocer al gran Fabriciano

Adentrarse en la casona familiar de Dorita y Emelino representará para turistas y visitantes, sin dudas, una inmersión histórico-cultural a la vida uno de sus hijos más dilectos: Fabriciano Gómez. Allí, en Villa Seitor donde él descansa, sus puertas se abrieron el día de su natalicio, 26 de junio, y desde Eschaco te proponemos contemplar un sinnúmero de obras y recuerdos del hacedor de la Bienal de Esculturas, el padre del Museum, el vecino sencillo, silencioso, comprometido con nuestro sentir chaqueñero.

Ingresamos a través de “Puertas del Paraíso”, una obra realizada en madera y bronce que representa a la familia. El sol, en el centro, simboliza a los padres; las figuras humanas son los hijos; y el ángel que se asoma tímidamente somos nosotros, los espectadores, invitados a recorrer el lugar.

Inaugurada el 20 de abril de 2017, la Casa Museo fue el refugio de Fabriciano desde siempre. Le gustaba recordar que en los días de lluvia llamaba su atención la arcilla que se formaba en la calle y entonces modelaba algunos animalitos y figuras humanas. Sin dudas ese juego ingenuo fue la primera aproximación al arte que abrazaría con pasión.

Realizó sus estudios primarios en las escuelas Nº73 y Nº42. Finalizó los estudios secundarios en la Escuela de Comercio. Y en sus últimos años de secundario comenzó a estudiar en la Academia de Bellas Artes que tuvo que abandonar porque en 1963 salió sorteado para hacer el servicio militar obligatorio.

Ya de regreso en Resistencia, luego de una carta de su madre donde le pedía el retorno porque ella se encontraba enferma, retoma la Academia de Bellas Artes , y por eso muchas veces lo escuchamos decir que fue escultor “por culpa de Dorita”. A mediados de los ´70, regresa a Buenos Aires y toma clases con Enrique Gaimari, el gran escultor argentino a quién siempre reconoció como su maestro y en cierto periodo de la producción de Fabriciano se puede observar su influencia estética.

Sus mentores, sus amigos y discípulos

La recorrida nos lleva a la sala Efraín Boglietti, amigo incondicional de Fabriciano y a quien lo adoptó como un padre. Otra de las personas que confiaron ciegamente en el proyecto de los concursos de escultura en madera hoy convertido en la prestigiosa Bienal del Chaco

Desde muy joven y apenas iniciada su carrera artística Fabriciano obtuvo importantes premios por su trabajo y también recibió reconocimientos institucionales.

Desde Resistencia impulsó la participación de escultores en el circuito internacional de escultura en nieve, siempre cosechando premios y dejando al país en el podio.

Y es por eso que otra área de la Casa Museo lleva el nombre de Mimo Eidman, una amiga de la vida y su discípula en el arte, una de las personas que confió en el proyecto de los concursos de escultura al aire libre y una artista que lo acompañó a los principales escenario de escultura en nieve del mundo con un prolífico recorrido, ganando distinciones y consolidando experiencias.

Julián Astolfoni lleva el nombre de un pasillo con historia. Otra de las personas que se cruza en el camino de Fabriciano y además de brindarle su amistad contribuye de manera sustancial en la carrera del artista convirtiéndose en su mecenas.

Y llegamos a la cocina y el comedor, el corazón de la casa. Este espacio, sala Dorita y Emelino, tiene un valor netamente personal marcado por la cotidianeidad del habitar pero también da cuenta de la historia de un artista. El salón está presidido por una gran mesa, lugar de encuentro y compartir tanto en el plano familiar pero especialmente en la amistad que tanto le gustaba cultivar a Fabriciano.

El recorrido termina en el Patio Pradial Gutiérrez, un jardín de carácter tropical que incluye varias de sus obras conviviendo con la vegetación. En uno de los muros aparece un curioso triángulo de ladrillos y horcones perteneciente a la construcción original de la casa que decíamos al principio fue realizada en la década del ´30 cuando Resistencia empezaba a definir su perfil de ciudad.

Fabri eterno

Fabriciano falleció el 8 de septiembre de 2021. Y aquí, las palabras del coplero chaqueño, Aledo Meloni reaparecen una vez mas: Sobre la tierra herida de setiembre el sembrador es una mano abierta. A la orilla del alba, como un rito su ademán inaugura el tiempo de la espera.

Guiados por esas palabras, tuvimos el privilegio de conocer el espacio privado, casi íntimo, donde transcurría lo cotidiano del artista: su dormitorio, el que primero fue de su madre, que vivió aquí hasta el final.

Una importante obra en la cabecera de la cama, un pequeño altar con estampitas y santos que heredó de Dorita y que él fue agregando objetos simbólicos que le recordaban a su círculo espiritual más personal; y en su mesita de luz, una radio y otros recuerdos más que acompañan a Fabriciano y que él nos invita a ser parte. Con su corazón generoso, por siempre y para siempre.

Datos clave

Para visitar la Casa Museo Fabriciano, ubicada en Julio A. Roca 1741 de la ciudad de Resistencia, capital de la provincia del Chaco, Argentina contáctate a: contacto@fundacionfabriciano.org

Desde la web Fundación Fabriciano se realiza la inscripción para programar la recorrida.

Agradecimientos y créditos

A la pluma de Gustavo Insaurralde y colaboradores de la Fundación Fabriciano y a Mimo Eidman, miembro fundador de la Fundación "Urunday", organizadora de las Bienales Internacionales de Escultura al Aire Libre de Resistencia, que nos acompañaron en esta emotiva inaugural recorrida.

La historia del "Fabri" que en este nota plasmamos fue posible gracias al aporte de la Fundación Fabriciano. Las imágenes son de Jorge Tello para Eschaco, que humildemente hace su aporte en esta emotiva nota.