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Viernes, 19 de enero de 2024

Mario Bofill, la auténtica identidad del chamamé

En la historia del chamamé, no hay artista más convocante que Mario Bofill, que además representa en sus obras la identidad más genuina de la cultura y la tradición.

Nota: Diario época

El laureado volvió a ratificar ese apodo de "Juglar chamamecero", no sólo por lo que canta y escribe, sino por lo que genera su sola presencia ante una multitud que siempre lo espera.

Y la séptima noche de la Fiesta Nacional del Chamamé, como en otras ediciones su sola presencia generó un anfiteatro colapsado de público que coreó, nuevamente, su nombre "¡Mario, Mario!".

A 20 minutos de las 1 de ayer, el efervescente furor por el loretano fue emocionante. Detrás de él quedaron sus hijos y los destacados músicos que lo acompañan, porque cuando está "Marito" todo pasa a segundo plano. Y la prueba fue las más de 14 mil personas que disfrutaron en el anfiteatro y los millones de televidentes, que según informaron desde la TV Pública "fue la noche con mayor audiencia, superando a cualquier festival del país".

Con un anfiteatro repleto esperando escuchar a su máximo ídolo aguardó hasta las 0.40 para emocionarse con él. Una intro con pequeñas melodías de las obras más destacadas de Bofill despertó la pasión y el delirio de todo el anfiteatro.

Y con la presencia de Mario y su hijo Fernando Chingoli, "Requecho fue de la partida inicial y el coro de todo el anfiteatro los acompañó.

Carteles al aire, celulares encendidos, gente emocionada hasta las lágrina y gritos a Mario fue la postal de la noche. El acordeón bramó y el ambiente se predispuso a disfrutar "Chamame de los esteros".

A esta altura el anfiteatro no contaba con espacio suficiente pero las parejas que pudieron bailar se amañaron para lograrlo. No faltaron obras fundamentales de Bofill, "El Carau",.

En una pausa invito a otro de sus hijos, el Chingui que anda cantando con nosotros", dijo Mario. Y compartieron así "El medio litro" y "Viva la Pepa" con una impresionante similitud en la voz de su padre.

El compositor loretano se mostró lúcido y con muchas ganas a pesar de una enfermedad que viene empujando y al cual sigue dando batalla.

En medio de gritos y pedidos, Mario hizo caso omiso y salió al tranco con "A Gualo Godoy". Pero uno de los momentos más esperados, sobre todo por los jóvenes, fue la obra sublime "Estudiantes del interior" y las lágrimas se multiplicaron en numerosos rostros. Y es que eso genera el loretano, con letras que permiten identificarse, sentir como propias sus letras y abrazar la nostalgia como pocos puede generar en canciones. Por que en algún momento de la vida Bofill influyó en cualquier chamamecero de alguna manera.

Con la vuelta de Chingui en el escenario, compartieron obras que grabaron con Teresa Parodi y León Gieco entre otros artistas. Así compartieron "Oh che gente cuera". Pero todo estremeció cuando Mario cantó un tema que le recuerda a su esposa recientemente fallecida Anahí Morais con el título "De ti me contaron", mientras en la pantalla repasaron imágenes de ella.

Y para desnudar el nudo de la garganta, saltaron a un clásico de Mario "Conjunto Pena y Olvido", y nadie quedó sin cantar. "Se va la ultima canción" dijo Mario y todo se pusieron a escuchar el viejo fuelle con "Cantalicio vendió su acordeón" y toda la locura del público los acompañó. Y todavía quedaba más, rápidamente saltaron con "Para volver a Santo Tomé". Un paso que será inolvidable por todo lo que genera y generó Bofill en el anfiteatro colmado de una multitud que lo vino a disfrutar.