Bienal del Chaco: Volver a disfrutar del arte, apropiarse y hacerlo un bien de todos
Los 10 escultores internacionales iniciaron ayer sábado, la laboriosa tarea de moldear, en el transcurso de una semana, una escultura en metal, que luego pasarán a formar parte del patrimonio a cielo abierto en Resistencia.
Como dijo la directora de la Bienal, durante el discurso de bienvenida a los escultores en la Casa de las Culturas, Mimo Eidman, “se muestra a cielo abierto, la intensidad creativa y la transformación placentera que el escultor imprime en la materia”.
Mientras que por el otro lado, se encuentra el receptor, el público, la gente que observa, que recorre el predio y busca hacerse de esa obra que se le brinda mágicamente.
Se remarca constantemente que Fabriciano tuvo la idea de horizontalizar el arte, hacerlo de todos y luego de 36 años, el predio de la Bienal, se llena de gente que “se apropia” del arte, aunque pareciera una contradicción llevar a cabo semejante práctica con algo intangible y que es en sí un bien de todos.
Como yendo en dirección contraria al mandato de la sociedad de consumo, que pondera el instante descontextualizado, la permanencia, el reflexionar, el detenerse en el espacio público a contemplar una obra de arte, es un acto de rebeldía y permanencia, una trascendencia, que hace de Resistencia, una ciudad única.
Volver a disfrutar del arte, de la contemplación y reflexión, no es más que regresar a los rituales y ceremonias.
En palabras de Byung Chul Han “La sociedad de la transparencia elimina todos los rituales y ceremonias, en cuanto que estos no pueden hacerse operacionales, porque son un impedimento para la aceleración de los ciclos de la información, la comunicación y la producción”. Nada más revolucionario que el arte.
Nota: Prensa Bienal del Chaco Fotos: Jorge Tello Eschaco