Lunes, 20 de Enero de 2025
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Actualización del Semáforo de la Economía Real Chaqueña
Lunes, 20 de enero de 2025
En 2025 los indicadores económicos mostrarán signo positivo, pero ¿reflejarán una recuperación?
Por Leticia Muñoz para Eschaco
Los principales analistas coinciden en que las políticas nacionales generaron en 2024 un piso en todos los datos, con realidades más agudas en las provincias; conformando así una base comparativa baja a partir de la cual todos los números de este año serán positivos. La perspectiva de Alejandro Pegoraro, de la Consultora Politikon Chaco, sobre el fin de la recesión y las características de la recuperación económica.



Aunque a partir del segundo semestre de 2024 algunos indicadores económicos reaccionaron y comenzaron a mejorar tras abruptas caídas en la primera parte del año, la recesión generó un fuerte daño y, sobre todo, un “piso” en la mayoría de los datos mensuales, lo que garantizará en este 2025 las buenas noticias prometidas por el presidente Javier Milei, ya que cualquier mejora, por más ínfima que sea, representará una recuperación y un mejor número frente a igual mes del año previo.

"La recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer", aseguró en noviembre de 2024 el jefe de Estado, al disertar en un acto de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), una frase que luego reiteraría varias veces en distintas entrevistas.

Frente a esas afirmaciones, los fríos números no siempre le dan la razón al primer mandatario argentino. Sobre todo aquellos que surgen de mirar realidades provinciales como la del Chaco. Con esa finalidad fue que EsChaco generó en octubre de 2024 el primer Semáforo de la Economía Real Chaqueña, en base a datos que la Consultora Politikon Chaco releva cada mes de distintas fuentes oficiales.

Pese a que todavía restan completar datos de noviembre y diciembre en algunos indicadores económicos para cerrar así el 2024, esta actualización del semáforo vuelve a mostrar mayoría de luces rojas: son 54 en total, versus 47 luces verdes y 17 luces amarillas. Al igual que en la primera versión, el empleo privado formal es el único sector que no tiene luces verdes.

El semáforo, construido en base a algunos modelos similares a nivel nacional, presenta un total de diez sectores analizados, sobre los cuales ahora actualizamos los datos hasta los últimos disponibles a este momento.

El propósito de este instrumento es reflejar el comportamiento de indicadores de consumo masivo, como las ventas en supermercados, y de actividad económica, como la recaudación provincial de Ingresos Brutos; además de otros asociados a la dinámica económico-productiva como las ventas de naftas y gasoil, y la demanda de energía eléctrica; al igual que aquellos datos de ventas de autos, motos 0 km y maquinaria agrícola.

El tablero, con datos a partir de diciembre de 2023, incluye también indicadores vinculados a la situación del empleo privado formal y los salarios de los trabajadores registrados.
Los indicadores que restan completarse con datos de los últimos meses son ventas en supermercados, ventas de nafta y gasoil, empleo privado formal, recaudación de ingresos brutos, demanda de energía y salarios formales (con el mayor rezago ya que los últimos datos disponibles son de septiembre).



Análisis
De esta nueva versión del semáforo, surgen los siguientes detalles:

-Analizando los meses con datos completos, al margen de diciembre de 2023 que fue el peor con 7 de los 10 sectores en rojo, septiembre aparece con una única luz verde (+27% de crecimiento en las ventas de autos 0 km), y se completa con cinco luces rojas y 4 amarillas. Fue este comportamiento el que, por entonces, puso en duda la recuperación de la economía y el real fin de la recesión.

-El mejor mes sigue siendo julio de 2024, con siete luces verdes, una amarilla (ventas de gasoil) y dos rojas (ventas de maquinarias agrícolas y empleo privado). Apenas por detrás, octubre fue también un buen mes ya que, al margen de restar completar algunos indicadores, presentó cinco luces verdes, una amarilla y tres rojas.

Observando el semáforo por sectores, las ventas de autos 0 km y las de maquinarias agrícolas y viales tienen la mayor cantidad de luces rojas (ocho). El primer indicador, con -37,4% como pico máximo de baja en la serie y una recuperación de 51% como suba máxima; y el segundo sector con -26,3% como la baja más pronunciada, pero también una buena recuperación de 47%.

Ventas de naftas reúne seis luces rojas, con un pico máximo de caída en -14% y una recuperación del 14,9%. Igual cantidad de rojos tienen las ventas de gasoil, con fluctuaciones más pronunciadas (-24,5% el máximo descenso); y las ventas de motos (con una baja máxima en septiembre, -17,4%, y dos recuperaciones del 34% y 32% en abril y noviembre, respectivamente).

También con seis luces rojas aparece la recaudación provincial de Ingresos Brutos, con la mayor baja en diciembre de 2023 (-13,4%). Este indicador, que refleja lo que está ocurriendo con la economía chaqueña formal, presenta caídas consecutivas hasta abril (todas de un dígito), y luego cuatro mejoras en fila (+7,7% en julio, la mayor), aunque en septiembre esa positividad se frenó (-0,1%) y en octubre volvió a caer fuerte (-6,5%). En noviembre, en tanto, la actividad volvió a terreno positivo (+4,2%).

Con cuatro luces rojas aparecen las ventas en supermercados (máxima caída en enero con -21% y crecimiento más alto en marzo con 12,9%); la demanda de energía, un indicador con alta estacionalidad (-33,4% la mayor baja intermensual en abril y +28,9% la mayor suba, en octubre); y el empleo privado formal (máxima caída en julio con -1,5% y mejor dato en mayo con 0,8%).

Los salarios formales, en tanto, cuentan con dos luces rojas (-12,2% de caída en diciembre como consecuencia de la devaluación). En este caso, es la serie con mayor rezago y, por tanto, menor cantidad de datos.



Los indicadores con mayor impacto negativo
El director de la Consultora Politikon Chaco analizó el semáforo haciendo foco en los indicadores más afectados por la recesión económica. Así, diferenció dos bloques: por un lado, el bloque de consumo y, por otro lado, el bloque de empleo.

“En cuanto al consumo, las ventas en supermercados y las ventas de combustibles sufrieron golpes muy duros durante el año. Si bien hay algunas volatilidades mensuales que muestran algunos verdes, en la comparación contra los niveles del 2023 han tenido caídas muy significativas”, explicó.

Acerca de las ventas de supermercados, Pegoraro señaló que “no debe tomarse como un indicador global de consumo, ya que abarca únicamente a un sector muy específico y bastante minoritario del consumo en general”. Sin embargo, ponderó que sigue siendo “una variable que permite observar que la capacidad de consumo de las personas se ha deteriorado muy fuerte. Ante ese escenario, las familias optaron por consumir menos y también por buscar alternativas en otros establecimientos de cercanía, para comprar una menor cantidad de bienes”.

En cuanto al consumo de combustibles, el consultor marcó que las caídas notorias durante el año están vinculadas, principalmente al “aumento muy fuerte de los precios, junto con la caída de capacidad de compra” de los consumidores.
Por otra parte, al referirse a lo que denominó el bloque del empleo privado formal, reflejó que, si bien este indicador “ha tenido en los últimos dos meses una evolución positiva, el saldo sigue siendo muy negativo, con una caída muy significativa; y todavía está muy lejos la posibilidad de recuperar los niveles del 2023”.

Asociado con ese ítem, resaltó que los salarios del sector privado formal “también están todavía por el piso”, recordando que “el período enero-septiembre de 2024 fue el peor en 10 años en términos de salario real”. “Si bien los salarios están un poco más cerca de recuperar los niveles del 2023, todavía muestran un rojo importante; obviamente asociados a una inflación muy alta en el primer cuatrimestre del año pasado y a la caída de la actividad económica que generó que el salario fuera un factor de ajuste”.


¿La recesión terminó?
El sostenimiento en el tiempo de un contexto económico recesivo, sólo con recuperaciones mensuales muy puntuales en determinados sectores, fue generando en 2024 un piso en todos los indicadores analizados, lo que garantizará al gobierno nacional durante 2025 poder mostrar “datos positivos” de recuperación de la actividad.

Tener un punto de partida tan bajo en las ventas en supermercados y de combustibles, o en los patentamientos de autos y motos, e incluso en la recaudación provincial, asegura en 2025 -aunque la recuperación fuera muy atenuada- la positividad de las comparaciones interanuales (año/año). Algo no menor en un año electoral donde tanto el gobierno nacional como el provincial necesitarán dar buenas noticias a consumidores que afrontaron el 2024 con bolsillos muy ajustados.

Para Pegoraro “hay consenso en torno a que la recesión terminó. En otras palabras, ya dejó de llover y ahora hay que sacar el agua de la casa. La economía argentina hoy está pasando por ese proceso”.

Así, analizó: “Lo peor se vio entre los meses de marzo y mayo de 2024, donde la gran mayoría de los indicadores tocó un piso. El caso chaqueño no es asimilable al contexto nacional, porque todavía puede haber números un poco más fuertes en ese período. Pero a nivel global, entre esos meses se tocó un piso en la actividad económica y obviamente que, si bien ya pasó lo peor, todavía queda mucho por recuperar y no hay un sendero todavía demasiado consolidado de recuperación”.

En esa línea, el analista y consultor resaltó que “la reactivación de la actividad económica es altamente heterogénea y, a nivel global, está impulsada por sectores algo más desvinculados de la macroeconomía global, como el agro, la minería, el sector energético y servicios menores con baja representación en el mercado de trabajo”.

A nivel provincial, destacó que pueden verse hacia el final del año “algunos verdes que generan un panorama optimista de recuperación, aunque todavía la situación sigue siendo altamente volátil”. Como ejemplos, citó las ventas vinculadas al consumo que, si bien en octubre mostraron un crecimiento mensual en ciertos rubros, luego no se consolidaron en noviembre.
“Quizás los patentamientos (de autos y motos) pueden ser lo más cercano a un intento de recuperación genuina, pero el resto de los indicadores (salvo el empleo que tuvo una buena mejora), todavía están con volatilidades muy marcadas”, reveló. En base a ese análisis, consideró que “todavía falta mucho por recuperar”.


La base comparativa, el debate que viene
Dado lo ocurrido en materia económica en 2024, para Pegoraro el próximo desafío estará dado por “cuál será el punto de comparación a considerar para decir que la actividad económica muestra una recuperación consolidada”, y se cumplen así los objetivos fijados por la gestión nacional.

“Seguramente con los datos de los indicadores del mes de enero de 2025, la gran mayoría comenzarán a pasar de rojo (en 2024) a verde (este año), pero será porque justamente la base comparativa será muy baja, lo cual garantizará una recuperación interanual”, explicó, y agregó: “Eso no significa que estemos en un proceso de recuperación económica genuina”.

En suma, expuso finalmente: “Hay que ver que, durante el primer cuatrimestre del 2025, por lo menos se superen los niveles del 2024 y que se acerquen lo más posible a los niveles de 2023. Por eso, para entender si hay recuperación plena o no, la clave estará en comparar los indicadores de enero o febrero del 2025 con los de 2023, porque si lo hacemos con los de 2024 podría ser un engaño y podríamos mentirnos a nosotros mismos”.




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