Sobre la intervención de la Junta de Clasificación - EsChaco.com - Resistencia

*Por profesor Carlos Cacho Quirós

Miércoles, 12 de marzo de 2025

Sobre la intervención de la Junta de Clasificación

La falta de renovación de las dirigencias sindicales, suele tener consecuencias negativas para la representación de las bases. Para evitarlo los sindicatos debieran contar, entre otros recursos, con escuelas de formación para delegados y afiliados. Cuando esto no ocurre, la perpetuación en los cargos termina por generar una burocracia que se aburguesa en la comodidad y el trato con la patronal.

La falta de renovación de las dirigencias sindicales, suele tener consecuencias negativas para la representación de las bases. Para evitarlo los sindicatos debieran contar, entre otros recursos, con escuelas de formación para delegados y afiliados. pic.twitter.com/SW3iJNcjPX
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Por supuesto que también depende de la personalidad de cada referente, por ejemplo, Saúl Ubaldini, el histórico líder cervecero, se reinventó varias veces en función de las demandas de cada coyuntura. Así pudo dar cuenta de la lucha antidictatorial, como de la necesidad de que la democracia contemple a los de abajo en la distribución de la riqueza. El costo de la falta de conciencia de clase se paga tarde o temprano. Como ocurre ahora, en que la CGT nacional se mantiene adormecida ante el embate antiderechos del gobierno, pero se despereza cada tanto para reclamar porciones de la torta de futuros cargos legislativos.

Con el gremialismo docente ocurre un fenómeno más complejo, dado que por extracción social y por características propias de la docencia -siempre tironeada entre el trabajador que cobra salario, y el profesional mal retribuido por su formación-, quienes hablan en su nombre tienden a expresar, o la opción componedora de quien reclama una recomposición de sus ingresos, o a la más liberadora de quien desea una lucha colectiva por soluciones integrales.

Nombres como Alfredo Bravo, Isauro Arancibia, Mary Sánchez, Hugo Yasky, entre otros, con aciertos y errores supieron elevar la mirada por sobre la estrechez de los presupuestos y las aulas, para poner en agenda la educación pública como política de estado.

Sin embargo, en nuestra provincia, la problemática educativa tiende a concentrarse en los siguientes ítems: salario, cargos, capacitación. Con lo cual, el enorme universo restante, la comunidad como agente educativo, las innovaciones, la creatividad, las articulaciones con otros agentes como los clubes, las cooperativas, las asociaciones de distinta índole en cada localidad, permanecen fuera del radar sindical, y por supuesto del gubernamental.

Es en este escenario, agravado por la complicidad del gobierno provincial con el régimen libertario, que tiene lugar la intervención de la Junta de Clasificación para el Nivel Primario por parte del somnoliento ministerio de educación del Chaco. Dicho despropósito, que hizo que el referente del FiUD (y asumido radical) defina al gobernador Zdero como un "dictador", avasalla toda la legislación vigente y siembra las peores sospechas sobre las intenciones finales de un gobierno que demostró que no detiene su autoritarismo ni ante el crecimiento de los índices de pobreza, la deserción de alumnos, ni las condiciones de enseñanza aprendizaje.

El gobierno de Zdero, carente de gestión, aprovecha la ola antiestatal para despedir trabajadores y periodistas, para silenciar con publicidad a la prensa, y para acompañar los avances inconstitucionales de Milei. Pero cuidado, si quienes debieran defender a la docencia y a la escuela pública -que es una conquista de la sociedad argentina-, contemplan los reclamos desde la burbuja en que transcurre muchas veces el gremialismo, tanto sus demandas, como las medidas que se adoptan para oponerse a la vocación hegemónica del gobierno, pueden resultar inocuas.

Hablar del "Estatuto", de "los organismos de representación docente", y otras tantas conquistas genuinas, sin considerar a la comunidad, constituye un componente del abordaje mezquino al que se reducen los discursos alejados de la realidad y funcionales al poder. La mayor parte de los sindicalistas docentes concentrados frente al ministerio de educación hacen a un lado el hecho de que su planteo coyuntural coincide y no por casualidad con las decisiones nacionales que buscan hacer implosionar a la escuela pública.

Ni Toto Guasti, ni Zulema Casanova -exponentes de otra generación de sindicalismo- hubieran pasado por alto que esta medida intervencionista está asociada a la eliminación del ministerio de educación de la nación, del Incentivo Docente, a la desfinanciación de la obra social, a la eliminación de programas y becas, y a la desjerarquización de las paritarias, por ejemplo. Pero aún más, no hubieran callado que el plan tiene por objetivo la eliminación del Estatuto del Docente, y replica el deterioro de los ámbitos universitarios y científicos en curso.

Tampoco hubieran soslayado -conscientes de que la tarea pedagógica debe ser constante y abierta a la comunidad- que no es casualidad que estos hechos se produzcan en la provincia, mientras a nivel nacional el Congreso como ámbito de la democracia es debilitado hasta la impotencia, y el gobierno se arroga la capacidad de firmar un nuevo endeudamiento con el FMI que incluye cláusulas secretas. Es precisamente allí, en la consolidación de un modelo neocolonial, donde debemos rastrear el verdadero rostro de todas las medidas, incluidas aquellas que basurean los espacios de representación.

Por último, muchos se preguntarán ¿Donde está el plan de lucha integral para enfrentar esta embestida?. Conocemos el manual de las medidas de fuerza, ojalá que algunos trabajadores de la educación se atrevan a escribir las páginas que faltan para defender a la escuela pública y a la Patria.

*Profesor Carlos Cacho Quirós.
Ex miembro de la Junta de Clasificación de Nivel Secundario.