Martes, 25 de Marzo de 2025
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MENSAJE POR EL 24 DE MARZO
Lunes, 24 de marzo de 2025
Capitanich: "Conmemoramos 49 años del golpe militar, la misma dictadura que reivindica Milei, y su socio local Zdero, a través de Chaco Puede"

El ex gobernador y presidente del PJ Chaco se refirió a esta fecha, la que recuerda la historia negra de una Argentina que sigue exigiendo memoria, verdad y justicia. Críticas a la posición negacionista del gobierno nacional y de Leandro Zdero, ¿Dónde están los radicales con historia nacional y democrática que le pongan freno a quienes destruyen su identidad?, se preguntó.



Hoy conmemoramos 49 años del golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando se instauró la dictadura militar más genocida de la historia. Es la misma dictadura que reivindica Milei, y su socio local Zdero, quien, a través de Chaco Puede, el eslogan más nefasto que se recuerda, no solo lo recuerda, sino que se siente orgulloso de ello.
Me pregunto siempre: ¿dónde están los radicales? Los de Franja Morada, los de Karakachoff, los de la Junta Coordinadora, los que levantaron los ideales de la democracia. ¿Dónde están los radicales con historia nacional y democrática que le pongan freno a quienes destruyen su identidad?.

La dictadura más genocida de la historia robó 500 bebés, prohibió 600 libros a través de la censura, censuró 200 canciones, intervino películas, y, mediante la intervención de la justicia, cercenó los medios de comunicación, que con complicidad, impidieron las protestas y la libertad de expresión. A través de 814 centros clandestinos, torturaron, mataron e hicieron desaparecer personas por su pensamiento político.

Pero también, en el plano económico, hicieron lo mismo que hoy está haciendo Milei. Destruyeron 20.000 empresas, propiciaron la apreciación cambiaria mediante una tableta que terminó incubando una megadevaluación que destruyó empresas y familias. La pobreza se multiplicó por 8, la deuda pasó de 7.600 millones de dólares a 44.000 millones de dólares, y la restricción del aparato productivo originó una especulación financiera desenfrenada.

Argentina fue, junto a la dictadura de Pinochet en Chile, el laboratorio del neoliberalismo para destruir la industria nacional, desarticular la estructura social y productiva del país, y generar, a través de la bicicleta financiera, la más fenomenal transferencia de riqueza de la que se tenga memoria.

También, la dictadura pretendió bajar la inflación con un enfoque monetario de la balanza de pagos y la cuenta de regulación monetaria, pero desencadenó una inflación del 517.000 por ciento.
La represión feroz y la obsesión por exterminar el peronismo en todas sus variantes es la única motivación de los mismos personeros de siempre, que cambian su ropaje en cada ciclo de extracción y exacción de la riqueza y nuestra soberanía. Antes fue la renta agraria, ahora la hidrocarburífera y minera, y después será la apropiación de los excedentes en sus múltiples variantes para volver a tiempos de esclavitud sofisticada.

Hoy no solo debe ser un tiempo de reflexión para no repetir los desatinos de nuestra historia. ¡Nunca más! ¡Nunca más!. Pero también es momento de pensar en la unidad nacional, en la soberanía popular, en la integración territorial, y en el federalismo como banderas esenciales de un nuevo tiempo que permita generar las condiciones para un sistema político que tienda a la cooperación, con el objetivo de defender los intereses del pueblo argentino y chaqueño.

La inestabilidad macroeconómica de origen crónico que padecemos obtura el crecimiento, profundizando las desigualdades estructurales, generando incentivos a la fragmentación social y la confrontación política.

No pretendamos unir a los cipayos, a los cobardes y a los vendepatrias. ¡Ellos son nuestros enemigos, no nuestros adversarios!.
A los enemigos del campo nacional, popular y democrático, se los combate con conciencia política y social, capacidad de acción colectiva, un programa de gobierno sólido e integral, y un equipo con valores y coraje para enfrentar a los difamadores seriales, a los calumniadores profesionales, y a los cobardes sistemáticos que no son capaces de defender no solo nuestras banderas históricas, sino también nuestra propia dignidad.


¡Solo el pueblo salvará al pueblo! ¡Viva la patria!


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