Sin moratorias, cómo acceder a un ingreso digno para el retiro
Terminó la moratoria previsional. Sin aportes, solo queda una salida: educación financiera para planificar el retiro con autonomía y previsión.
La realidad muestra que el sistema jubilatorio estatal enfrenta una crisis estructural que amenaza el bienestar de quienes se retiran de la vida laboral. Factores como el envejecimiento poblacional, el incremento de trabajadores independientes con aportes mínimos y el desfinanciamiento crónico evaporaron la sostenibilidad del sistema.
La informalidad y la explosión de monotributistas y trabajadores autónomos alimentados tanto desde el Estado como desde el sistema privado, hace que al alcanzar las edades jubilatorias, más del 85% de las personas no logren reunir los 30 años de aportes porque los empleadores no hicieron esos aportes y tampoco aportaron los que trabajaban por cuenta propia. Y si lo hacen, salvo que tengan alguna de los 200 regímenes de privilegio, tendrán limitados sus ingresos a valores alejados de sus expectativas y necesidades cotidianas.
El vencimiento del plazo para la moratoria previsional terminó con la posibilidad de acceder a la jubilación para quienes no tienen los aportes correspondientes realizados. Esta medida tiene impacto en alrededor de 240.000 personas. Y pone en evidencia un capítulo más del inoperante sistema argentino que viene decayendo hace décadas, sin importar el signo de los políticos de turno a quienes les tocara la responsabilidad de administrar el Sistema Previsional.
Beneficios de la planificación financiera a largo plazo
Hasta aquí apenas una pincelada dolorosa y cruel que impacta en toda la pirámide de la sociedad. Ahora bien, ¿qué señal le damos a aquellos millones de personas para que, en plenitud de sus actividades cotidianas, siendo empleados públicos, privados y/o emprendedores o monotributistas puedan tener un retiro diferente al que le ofrece el sistema estatal a sus padres y abuelos?
Ante esta realidad, hay una sola puerta de salida: la educación financiera, que entendida desde edad temprana, se convierte en una herramienta esencial para que cada ciudadano planifique su retiro con autonomía y previsión, según su propio modelo de vida, sus necesidades, sus expectativas y sus previsiones.
Siempre es posible, pero sin dudas, cuánto antes se inicie el proceso, más se potencia su resultado. Una generación clave es la denominada Silver que involucra a los mayores de 50 años, según los estudios representa hoy el 40% del consumo global en tanto se espera que el impacto profundice y llegue al 50% en 2050.
Estrategias de ahorro e inversión para el retiro En países con sistemas previsionales sólidos, la educación financiera es una política de Estado. Los ciudadanos aprenden desde jóvenes cómo gestionar sus ingresos, invertir de manera eficiente y diversificar sus ahorros. Para la mentalidad argentina, se trata de desafiar con herramientas modernas, profesionales y consistentes, al clásico menú de dólares en el colchón y/o activos en ladrillos.
Existen diversos instrumentos en el mercado financiero, transparentes, regulados y válidos, que pueden ayudar a los trabajadores a planificar su retiro de manera inteligente, tales como: Fondos comunes de inversión (FCI); bonos y acciones; planes de retiro privados; dólar financiero y activos internacionales.
Tomar decisiones informadas a través de asesores de reconocida experiencia y conocimiento profesional en estas áreas resulta fundamental para evitar depender exclusivamente de un sistema jubilatorio que ni ayer, ni hoy ni mañana podrán garantizar estabilidad ni suficiencia.
El sistema previsional argentino necesita una reforma estructural para garantizar su sostenibilidad. Sin embargo, los cambios regulatorios y legislativos pueden tardar años y los ciudadanos no pueden quedarse de brazos cruzados esperando soluciones.
No hay magia aquí. No será posible confiar en que la falsa ilusión de un Estado benefactor, que como ha sucedido por décadas, a través de emisión, termine colocando en nuestras manos, papeles con valores que se evaporan a diario por la inflación.
Debemos asumir que cada uno deberá articular su propio destino a través de decisiones personales, basadas en el ahorro inteligente en donde la educación financiera es el primer paso para que cada persona pueda tomar el control de su futuro económico y asegurarse un retiro digno.
Managing Director de Pension & Benefits (P&B) de CRITERIA, para América Latina