COBERTURA-IMÁGENES: HOMENAJE A LA COMUNIDAD TOBA DESDE CORRIENTES
Domingo, 22 de septiembre de 2013
La Renga hizo temblar el Cocomarola
A las 21.45, del sábado 21, sonaron los primeros acordes de la banda de Mataderos. Unas siete mil almas colmaron las instalaciones el mítico escenario chamamecero y alrededor de mil más en las adyacencias al Anfiteatro permanecieron apostadas, a pesar de la fría noche correntina. Homenaje a la Comunidad Toba, desde Lo frágil de la locura.
La gira nacional “Algún Rayo” convocó nuevamente a la legión rockera. Formosa, Chaco, interior de Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y Paraguay congregó a los mismos de siempre (LMDS). Un ritual que esa ciudad debió esperar por seis años para volver a vivirlo.
Desde el 2007 que La Renga no pisaba suelo correntino, en esa oportunidad la cita fue el Club Juventus, y si bien dos años antes tocó en Resistencia, la comunidad renguera reclamaba su presencia y la banda no los defraudó. Alrededor de nueve mil personas, fueron parte de uno de los shows más esperados.
Tributo Toba
La banda siempre se caracterizó por plasmar en sus letras, entre otras cosas, los menoscabos que a nuestra tierra provocó el progreso y fue en esa realidad que Chizzo dedicó a los hermanos Tobas presentes en el recital, Lo frágil de la Locura. Fue su homenaje y el de Los Mismos de Siempre a los padecimientos que los pueblos originarios aún siguen sufriendo. Los acordes del tema provocaron unos de los puntos más fuertes del show.
Y casi toda la noche, los temas versaron en eso, en una suerte de homenaje desde letras profundas y otras no tanto.En definitiva eso es La Renga, una banda en permanente rebelión a la imposición de estos tiempos. Para destacar y cada vez que toca en la zona, la invitación al chaqueño de Puerto Bermejo, Raúl Locura Dilelio, guitarrista de la formación original de la banda.
Del show, que duró poco más de dos horas, mucho no puede decirse. Porque está casi todo dicho. La banda de Mataderos, es de las pocas que genera un ritual único. Seguidores de todo el país con sus trapos, tributan al rock nacional como nadie. Son ellos, solos, en pareja, con hijos en brazos, los que se encargan muchas veces de evitar encontronazos con la Policía, de asistir a los que producto del pogo y otras cosas se descomponen en pleno recital; y aquí vale una mención especial para la Cruz Roja que respondió en todo momento ante las situaciones de emergencia.
En definitiva, una noche a puro rock, por momentos del más pesado. El escenario más chamamecero de Corrientes les sentó muy bien. Que se repita.