El chaqueño Giorgio Carrara es un piloto prodigio - EsChaco.com - Resistencia

Esencia de campeón

Domingo, 24 de noviembre de 2013

El chaqueño Giorgio Carrara es un piloto prodigio

Tiene apenas 12 años y ocho títulos ganados, seis de ellos nacionales. Corrió en Europa y en Brasil. Está a punto de alcanzar su noveno campeonato y va por más en el 2014.

Repasar la carrera deportiva de Giorgio Carrara es hablar, casi de punta a punta, de triunfos y títulos de campeón. El niño de Las Breñas escribe su propia historia de éxitos y es un suceso en sí mismo: tiene ocho campeonatos ganados en siete años. Para dimensionar su cosecha se puede decir que pasó más de la mitad de su vida haciendo esto que tanto le gusta: corriendo en karting. Para él, es una pasión y una profesión, aunque sólo tiene 12 años.

En los circuitos chaqueños corrió nada más que dos temporadas (2007 y 2008), y fue esa contundencia que exponía cada carrera a fuerza de talento la que atrajo la atención de uno de los principales equipos oficiales del país, que lo reclutó y lo llevó a recorrer casi toda la Argentina. De todos estos años, el punto más elevado de su carrera fue la experiencia en Europa, la meca del karting para su categoría. Este año compite en tres campeonatos simultáneamente y para 2014 ya tiene todo definido.
Giorgio y su papá Eduardo en NORTE, hasta donde llegaron especialmente desde Las Breñas para la entrevista que repasa los logros del joven piloto.

Nacido en Sáenz Peña el 16 de febrero de 2001, vive en Las Breñas y trae innata la pasión por los fierros, porque su papá Eduardo fue piloto del Zonal de Automovilismo chaqueño. Giorgio tenía sólo cinco años cuando hizo las primeras pruebas arriba de un karting, en Charata, y desde entonces no paró. Hoy, pese a ser todavía un niño, tiene claro que su futuro está en las pistas.

La organización y planificación de su carrera profesional no tiene detalle librado al azar: cada momento es registrado y hasta hay una página web que, como sitio oficial, recopila cada logro. Detrás de todo existe una familia que lo alienta y lo forma en valores, esos que hacen de la responsabilidad y la constancia dos de sus principales virtudes.
El último podio en el kartódromo Ciudad de Buenos Aires. El triunfo le sirvió para afirmarse en la punta y sueña con coronarse campeón del Regional de Karting.

Acompañado por su papá Eduardo, Giorgio llegó a NORTE para repasar cada una de sus experiencias recorriendo el país y el mundo. Seguro, de conceptos breves pero claros, acepta que le cuesta sonreír ante las cámaras, aunque tantos logros y tanta repercusión terminaron por formarlo en esto del contacto con los medios, ante los cuales se desenvuelve con naturalidad.
De alegrías y tristezas

De aspiraciones y sueños Giorgio habla poco, aunque reconoce que le quedan varios años arriba de un karting, para luego dar el salto a alguna categoría de autos. Aunque no lo vio en acción sino sólo por videos, Ayrton Senna es su ídolo, pero también se confiesa fanático del chaqueño Juan Manuel “Pato” Silva. De las categorías nacionales, el Turismo Carretera es su preferida.
El abuelo Emilio entregándole el trofeo tras una carrera del Argentino en Formosa.

“Hoy, según las pistas, podemos alcanzar 118 km/h como velocidad máxima”, dice, y asegura que no tiene miedo a los riesgos que conllevan este tipo de deportes. De hecho en sus siete años conduciendo kartings tuvo pocos accidentes. “En uno fue un choque y me quebré un brazo”, recuerda. De inmediato interviene su padre, y hace foco en las múltiples medidas de seguridad con que cuentan las pistas, las máquinas y los propios pilotos.

Si de elegir una gran alegría se trata, a Giorgio le cuesta decidirse por sólo con un momento. El primer campeonato fue una de esas satisfacciones inolvidables, aunque aclara que todos los títulos ganados son importantes e igualmente festejados. También hay de las otras, las tristezas: “Cuando en la categoría de 70 cc perdí un campeonato en la última carrera, porque se me cortó el cable del acelerador”, cuenta con un recuerdo vívido pese a los años que pasaron desde entonces.