Las autoridades entregarán al presidente de EEUU una propuesta para negociar de forma directa con Israel, en un plazo de seis meses, territorios y seguridad.
Durante la visita de Barack Obama a la región, los palestinos le presentarán un plan para reiniciar las negociaciones de paz con Israel, diseñado conjuntamente con la Liga Árabe y que fija un plazo de seis meses para delimitar las fronteras y los mecanismos de seguridad.
"En conversaciones directas se negociarán territorios y seguridad", dijo a EFE una fuente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) próxima a las negociaciones que pidió no ser identificada.
Las posturas que expondrá el documento no son novedosas y suponen, en esencia, una vuelta a los principios defendidos por los representantes palestinos en el último proceso de diálogo, que se inició en septiembre de 2010 y se estancó apenas tres semanas después.
La OLP tampoco modifica la exigencia de que, durante las negociaciones, se paralice la construcción de las colonias judías en los territorios palestinos ocupados en Cisjordania y Jerusalén Este.
La propuesta árabe también exigirá que ambas partes cumplan todas las obligaciones a las que se comprometieron al aceptar la Hoja de Ruta en 2003.
Entre las medidas que la OLP espera que Israel cumpla se encuentran la liberación de presos palestinos, la retirada de retenes y controles militares israelíes en territorio palestino y la reapertura de instituciones palestinas en Jerusalén Este.
En la primera fase de seis meses, las partes deberán alcanzar un acuerdo sobre dos de los principales problemas: la definición de fronteras y el establecimiento de medidas de seguridad.
"En cuanto a las fronteras, la base de la negociación debe ser la divisoria de 1967 con intercambios de territorio menores, que no supongan más de un 1,9% del territorio palestino y que sean de igual tamaño y condición. Esto permitiría al 65% de los colonos seguir viviendo en los bloques de asentamientos", explicó a EFE la fuente de la OLP.
Respecto a la división de Jerusalén, la propuesta palestina considera que "si Israel permite que sea una ciudad abierta y compartida sin puestos de control militares ni frontera, entonces se podría aceptar que grandes bloques de asentamientos como Pisgat Zeev o Nevé Yaakov quedaran dentro del lado israelí", siempre que se ceda un territorio de igual superficie y calidad en otra zona.