La aceleración de los acontecimientos producida la semana pasada por una mega devaluación del peso argentino, convoca a las fuerzas que integran el FAP al análisis de la situación nacional y a la búsqueda de caminos que permitan enfrentar sus consecuencias.
La ausencia de políticas de Estado es la principal responsable de los graves problemas que hoy enfrenta nuestro país: inflación, crisis energética, inseguridad y desigualdad social; con el correlato de la pérdida de confianza y la incertidumbre, que se expresa de distintas formas:
- En términos económicos, con el ajuste ortodoxo y políticas desacertadas por una errónea evaluación de la coyuntura y del futuro, provocando el debilitamiento de la estructura productiva nacional, poniendo en peligro empleos y salarios.
- En términos políticos, la ausencia de un Poder Ejecutivo que hasta hace poco buscaba monopolizar por todos los medios la escena política, y que hoy elige el silencio como regla, pero que cuando decide hablar, miente.
- En términos sociales, la situación de trabajadores y jubilados cuyos ingresos valen cada vez menos, de productores, empresarios o inversores sin condiciones ni certezas.
La forma en que transitemos este período hasta el cambio de gobierno, va a marcar de manera decisiva la Argentina que podremos construir de allí en más.
Por eso las características de esta transición dependen de todos nosotros. Cuando planteamos que gobierno y oposición tiene que ser responsables en estos dos años estamos diciendo que es necesario unirnos en defensa de la Nación, y que el punto de partida es retomar el espíritu del Diálogo Argentino frente la crisis de 2001/2002. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los que más sufren son los que menos tienen y pagan las consecuencias del ajuste. Es imperiosa la convocatoria al diálogo institucional con la presencia de todos los sectores políticos y sociales.
La crisis se resuelve con políticas públicas serias que devuelvan la confianza, con reglas claras y previsibilidad; poniendo las instituciones al servicio de lo que verdaderamente importa: el bienestar de los hombres y mujeres de nuestro país.
Tenemos la obligación moral de construir el mejor futuro para la Argentina. Por eso desde el FAP convocamos y nos comprometemos a trabajar junto a todas las fuerzas progresistas para construir una verdadera alternativa de gobierno y lo haremos debatiendo en conjunto los grandes conflictos y las necesarias soluciones para garantizar los derechos y libertades de todos los argentinos.