Se confirmo el aberrante Triple Crimen en San Bernardo
El caso que se conoció en la última noche de febrero, tomó un giro más macabro en la mañana siguiente, sumando tres víctimas asesinadas. Una familia assinada hace aproximadamente 10 días.
El suceso iniciado en la noche del jueves 28 de febrero, cuando la madre de la joven Margarita Giménez (23), al no tener noticias de ella ni de su esposo Ramón López (52), concurrió al campo en donde residían, situado a unos 10 kilómetros al sur de la localidad, propiedad de Joaquín Vallejos, encontrándose con un panorama enrarecido, con la casa abierta y muy desordenada en su interior, pero sin presencia de nadie, al salir al patio trasero, sintió un fétido olor, por lo que se acercó a la boca de un aljibe, en donde se encontró en el cadáver de su hija, en avanzada descomposición, pero ni rastros de su nieta y yerno.
Inmediatamente dio aviso a las autoridades de la comisaría a cargo del comisario principal Remigio Cacholatti, que se pusieron en movimiento dando intervención al director regional comisario Juan Ramón Penayo y al Fiscal Sergio Ramón Ríos quien ordenó cercamientos, porque la primera presunción apuntaba al cónyuge que se lo presumía fugado, aunque por la dificultad del espacio físico y la oscuridad, no se pudo sacar el cuerpo de la mujer en la noche, posponiendo ese trabajo, como el del rastrillaje en las inmediaciones, para el transcurso de la mañana con la luz del día, aunque las autoridades judiciales y policiales trabajaron hasta la madrugada.
La mañana del viernes comenzó el trabajo de bomberos de la ciudad de Villa Ángela, peritos y forense para retirar el cuerpo de la mujer de 23 años, que al ser retirado, se observó también la presencia en el mismo aljibe, de su pequeña niña de un año en el mismo estado, corroborando una de las presunciones que se barajaban, asimismo en un algodonal, en un foso a unos 70 metros de la casa, la policía halló también sin vida al esposo, al que taparon con palos para disimular su presencia, completando así uno de los crímenes más salvajes de que se tenga memoria en esta zona; siendo de siete a diez días el tiempo en que se presume tienen los cadáveres que están ahora en la morgue judicial de Villa Ángela.
Según explicó el Fiscal Ríos, en primera instancia las muertes serían por aplastamiento de cráneo con objeto contundente en la mujer y su pequeña hija, en tanto que el esposo presentó un orificio circular en su espalda, que podría ser producto de un balazo o la chuza de un objeto punzante cilíndrico, encontrándose hasta el momento la justicia sin pistas que estimen un inicio de la investigación, por lo que los testigos ocasionales son fundamentales en estas instancias, por lo que se pide colaboración ante cualquier indicio, como el de un vecino que se acercó a contar que había visto cuervos en esa región, que llamó su atención, reservando bajo siete llaves las hipótesis que están manejando, para no entorpecer el proceso.
El dueño del campo no recordaba ciertamente cuando vio por última vez a las víctimas, pero estimaba en unos siete a diez días que no tenía comunicación con ellos, con quien compartía el sembrado, ya que López, según trascendió, alquilaba parte de esa parcela de algodones.
MATRIMONIO: La pareja constituida por Ramón López (52) y Margarita Giménez (23), quienes en común tenían una pequeña de poco más de un año, llevan hasta el momento, a la eternidad la secuencia de este macabro episodio de tres muertes que conmocionan por su alevosía y determinan una marca en la historia policial de la zona, siendo la esposa oriunda del barrio Vivero, en la localidad, y López proveniente de Tres Isletas, pero desde hace tiempo residente en esta zona.