Con sala llena y ciento de carcajadas, empezó“Stand Up, Caña con Ruda”
La primera noche del show de Stand Up Caña con Ruda en Sala 88 fue todo un éxito en el que más de 100 personas se vacunaron contra los males, con el humor. Las próximas entregas del espectáculo serán el 8, 16 y 22 de agosto. Las entradas se reservan desde el martes antes de la función; anticipadas cuestan 60 pesos, en puerta 70.
En la calurosa noche de viernes, los espectadores fueron recibidos con un vasito de Caña con ruda para recibir agosto y cumplir con la tradición chaqueña. Luego las empanadas y la fría cerveza (o el vino, el fernet, la gaseosa e incluso hasta el agua) la completaron el aperitivo para una noche genial. Por supuesto que el humor de los monólogos de los integrantes del Club de la Comedia, dieron el toque final.
Hugo Blotta, como desde hace nueve temporadas dio la bienvenida hablando sobre los males de los argentinos: el hacer cola. En un stand up clásico, donde el actor sube al escenario y cuenta sobre su vida, relató las peripecias que paso en una mañana de bancos; sacando sonrisas del público que se sintió identificado.
Paulo Segovia continúo con su personaje de Gibi, contando los por menores de su relación de amor, en el que él está enamorado de su amiga, y ella está enamorada, pero de otro.
Chela Monzón, también con un personaje –la Mary- relató sobre la creación de una nueva ONG “Piqueteros SRL” donde, además, relató esta nueva profesión que generó la crisis del 2001 y todavía tiene vigencia, a pesar de algunos palos.
Nelson Fernández, con el licenciado en parabrerología, explicó los diferentes tipos de boludos generando carcajadas y aplauso. Este monologo se completó con un vídeo en el que se invita a todos a celebrar el día nacional del boludo – el 27 de junio- en el que los honestos y legales, se unirán. “Espero que estas boludeces que les dije les hayan entrado en la cabeza y reflexionen”, dijo para terminar y en la sala se escuchó una ovación.
En el segundo bloque Chela volvió a subir al escenario, pero esta vez sin personajes. Contó cómo es para una mujer ir a un baño público.
Paz Morresi llegó con su personaje de Nelly, actuando anécdotas de la vida real. Relató la incomunicación que genera en la familia el uso excesivo del celular.
El final lo protagonizó Ariel Ramírez, en un tradicional stand up -estilo de comedia donde el comediante se dirige directamente a una audiencia-. Hablo del amor y cómo cambian las personas cuando están enamoradas.