Controvertida decisión de cerrar las exportaciones de carne
Empresarios, industriales y ruralistas, entre otros, hicieron oír sus protestas ante el anuncio del Gobierno de que no iban a entregar permisos de embarques para carne vacuna (Roes), lo que equivale a un nuevo cierre de las magras exportaciones bovinas que no supera el siete por ciento de la producción.
El problema fue que el precio de la carne aumentó y el oficialismo decidió endilgarle la culpa a la exportación justo cuando los ministros de Agricultura y de Industria, Carlos Casamiquela y Débora Giorgi se encuentran en Rusia.
Integran una comitiva para intentar justamente exportar a ese país que decidió no importar de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá por su posición respecto del conflicto con Ucrania.
Los rusos tendrán que acostumbrarse a las incoherencias de una Argentina que cierra sus exportaciones de carne mientras a la vez intenta venderle el producto.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de Carnes (CICCRA), dijo a NA que el anuncio del Gobierno de cerrar las exportaciones de la carne ‘fue un gesto para que aquéllos que todavía confían en el discurso del kirchnerismo, crean que están haciendo cosas para que el valor de la carne no aumente‘.
‘A mi juicio, la política llevada a cabo generó una caída del stock ganadero tan grande que motivó una baja de oferta de hacienda muy significativa‘, opinió el industrial.
Además el aumento del precio se produjo durante un año muy malo para la producción con ‘inundaciones en la provincia de Buenos Aires, se demoró la oferta de feed lot (encierre a corral), y entre 30 y 60 días va a empezar a normalizarse la situación, pero los precios se mantendrán no creo que bajen‘, precisó.
En medio de la confusión (el anuncio provino de la Secretaría de Comercio Interior, es decir del Ministerio de Economía), el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que la suba del precio de la carne no está asociada al nivel de habilitación de permisos de exportación y tampoco tiene relación con la estructura de costos.
Sostuvo que este año se registró una suba del 54%, con aumento de enero a febrero del 27,5%; marzo a junio 5,5%; julio- agosto 11,2%.
Capitanich explicó luego que uno de los problemas del sector es que ha disminuido sustancialmente la superficie ganadera, en casi 11 millones de hectáreas, por la expansión de la superficie sojera, pero también hay un problema estructural de forraje, para lograr el aumento de kilos por animal, que tiene que ver con mejorar la productividad, también en el destete.
‘No es cierto que la restricción eventual a la exportación es el causante principal‘ de las subas, insistió y agregó que la participación de los consignatarios e intermediarios ‘se llevan gran parte del excedente de la cadena de valor‘, del sector.
Capitanich admitió que hay 138 frigoríficos con dificultades de funcionamiento, y que para ellos se aplica el Programa de Reactivación Productiva (Repro) que establece un mecanismo de atención especial.
Diversas voces contrarias a la decisión de suspender las exportaciones cárnicas se escucharon, por ejemplo desde la Sociedad Rural Argentina se advirtió que ‘el gobierno sigue tomando medidas con un alto grado de torpeza‘.
‘Volvemos a ser testigos de la misma decisión autoritaria de cerrar de hecho las exportaciones de carne, medida con la que en 2006 comenzó la crisis de este sector, con consecuencias sobre las que llamamos la atención en múltiples ocasiones: 16 mil ganaderos menos, 15 mil empleados del gremio de la carne menos, 12 millones de cabezas de ganado menos‘, indicó un comunicado de la SRA.
Por su parte, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazó la medida luego de señalar que la ganadería argentina está nuevamente sometida al autoritarismo económico del Gobierno y que las exportaciones de carne en 2014 serán las peores, en 50 años, producto de la política de intervención en el mercado a través de la resolución 42/2008 y el impuesto a la exportación del 15%.
‘El triste récord de exportación que desde CRA venimos anunciando llevará a que se comercialicen fuera de las fronteras del país menos de 150 mil toneladas, la peor de los últimos 50 años, con fuertes consecuencias sobre el empleo en la industria frigorífica‘, se expresó.
Federación Agraria Argentina tampoco estuvo ajena a la polémica y sostuvo que si realmente el gobierno vuelve a cerrar las exportaciones de carne, confirmaría que es incapaz de aprender de sus errores.
Ulises Forte, ex vicepresidente de FAA, ex diputado nacional, productor ganadero de La Pampa y representante de la entidad ante el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) aclaró que ‘pensar otra vez que cerrar las exportaciones podría bajar los precios internos es una enorme equivocación‘.
Para Forte, si quieren lograr ese objetivo, tienen que alentar la actividad, porque consideró que enfrente hay una crisis de perspectiva y que estas decisiones no hacen más que empeorarla.
‘Es necesario aumentar la producción a través de un plan ganadero integral que fomente a las Pymes y a los pequeños y medianos productores, para consolidar la ganadería y el desarrollo del interior‘, dijo Forte en el clima cargado de críticas y contradicciones que marcó parte de la semana.