Petrolão II: ahora desbaratan una red de corrupción en un banco público de Brasil
La policía brasileña desarticuló una red acusada de haber desviado cerca de 100 millones de reales (unos 31,2 millones de dólares) de la Caixa Económica Federal, el segundo mayor banco público de Brasil
Los miembros de la banda son acusados de promover fraudes con créditos para la adquisición de viviendas, que la Caixa Económica Federal desembolsaba pese a que carecían de garantías o eran para la compra de inmuebles inexistentes o por un valor en 1.000 % superior al real, informó la Policía Federal brasileña en un comunicado.
La operación para desmontar la red de corrupción enquistada en la Caixa Económica Federal, una de las más importantes empresas estatales de Brasil, se produce en momentos en que la Policía, la Fiscalía y el Congreso investigan un gigantesco escándalo por desvíos en la petrolera Petrobras, la mayor empresa del país y también pública.
De esta forma, la crisis vuelve a golpear al gobierno de Dilma Rousseff que ya estaba siendo víctima de investigaciones por la causa del Petrolao. Además, la crisis económica despertó protestas en Brasil y sacuden la imagen de la mandataria, que apenas comenzó su segundo mandato.
El caso de Petrobras es investigado desde hace un año y por el mismo ya han sido condenadas once personas y son juzgadas otras 82, en tanto que la Corte Suprema autorizó investigar a 50 políticos con fuero privilegiado, 35 de ellos parlamentarios, de quienes se sospecha que se beneficiaron de los millonarios desvíos.
La Policía Federal dijo haber movilizado a 133 agentes en San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los tres mayores estados de Brasil, para desmontar la organización acusada de los desvíos en la Caixa Económica Federal.
El juez responsable de la investigación dictó 34 órdenes para permitir que los acusados sean trasladados y sometidos a interrogatorios en comisarías, así como 10 órdenes para separar a funcionarios públicos de sus funciones. Los responsables por la operación también dictaron 20 órdenes de decomiso de vehículos y 31 mandatos de allanamiento y de bloqueos de cuentas corrientes.
Según la Policía Federal, con la complicidad de gerentes y funcionarios de la Caixa Económica Federal y presentando documentos falsos, la banda conseguía obtener en tiempo récord préstamos por hasta un millón de reales (unos 312.500 dólares) para adquirir viviendas que costaban menos de la décima parte de ese valor o no existían.
Los fraudes estaban concentrados en tres agencias del banco público y facilitaban los préstamos para viviendas en un área turística conocida como la "región de los lagos", en el estado de Río de Janeiro.