Comenzaron a desarmar el circuito de TC 2000, pero tardarán 14 días
Los pocos porteños que realizaban actividades aeróbicas en los parques próximos a la avenida Libertador, tuvieron que ejercitarse entre los operarios y las maquinarias que comenzaon a desarmar el circuito callejero de Súper TC 2000.
Irarrazával explicó a Télam que "el tránsito vehicular en la zona ya fue liberado porque las empresas que organizaron la carrera comenzaron a desmontar el circuito ayer mismo, pero sacar los muretes es complicado porque estamos hablando de casi seis kilómetros de muro y cada bloque mide tres metros de largo y pesa cuatro toneladas y media".
"La logística de los organizadores previó que el armado del circuito iba a llevar 28 días y el desarmado 14, lo que más los retrasa son los muretes que van a ser removidos de noche, entre las 22 y las 6 de la mañana para no afectar las avenidas en las horas de mayor tránsito", explicó.
Quienes intentaron salir a correr o andar en bicicleta esta mañana por esa zona del barrio de Palermo se encontraron con las calles todavía bloquedas por los muros de hormigón y las plazas ocupadas por las carpas de los auspiciantes de la carrera.
El trabajo de los operarios estaba centrado en el desarme de las tribunas ubicadas frente a la facultad de Derecho, mientras que empleados de una empresa de jardinería utilizaban sopladores para juntar la basura de los espacios verdes.
A pesar del feriado el tránsito sobre Figueroa Alcorta era intenso, porque los muros de contención le quitaron a la avenida algo más de dos carriles.
Un Porsche Boxster negro aprovechó que varias de las intersecciones de la avenida Libertador todavía están bloquedas para hecre rugir su motor a pesar de los semáforos en rojo.
La carrera de Súper TC 2000 realizada en este circuito callejero, recibió fuertes cuestionamientos por falta de seguridad y escasos controles, además del daño ambiental y sonoro causado.
El secretario de Deportes de la Nación, Claudio Morresi, había advertido a través de una carta enviada al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que "si bien es cierto que hay empresas que se hacen cargo de la seguridad, esto nunca es tan seguro como cuando se realizan en un lugar con la infraestructura adecuada" y cuestionó que "al ser un espectáculo al aire libre se cobre entrada y el acceso no sea libre y gratuito".
Por su parte, la presidenta de la asociación Madres del Dolor, Silvia Irigaray, sostuvo que "si era inevitable realizar y publicitar una carrera callejera, por lo menos habría que haber realizado una campaña de difusión de seguridad vial para generar conciencia".
La legisladora porteña Delia Bisutti recordó que en 2011 el legislador PRO Fernando De Andreis "presentó un proyecto para derogar la ordenanza que prohibía la realización de carreras en la Ciudad de Buenos Aires", después del cual "firmaron un contrato con Autsports para que la firma monopolice la organización de todos los eventos deportivos callejeros".
Un año después de esa movida, Autosports organizaba la carreraque se desarrolló en la Avenida 9 de Julio, por la que Buenos Aires embolsó más de 130 millones de pesos.
Autosports SA también se encargó de llevar el TC callejero, en 2012, a las tierras santafesinas de Antonio Bonfatti. Esa carrera generó un negocio de más de 100 millones de pesos.