El Instituto de Turismo presente en el inicio del Festival del Chamamé
Este jueves, en la Casa del Bicentenario de Puerto Tirol se realizó
el acto inaugural del Festival del Chamamé, donde estuvieron
presentes la presidente del Instituto de Turismo, Lic. Mora
Dicembrino, la intendenta de Puerto Tirol, Claudia Gronda, el
diputado provincial, Hugo Sager, el artista Ramón Ayala y
numerosos invitados especiales
Durante el acto, la jefa comunal agradeció el apoyo del gobierno, a
través del Instituto de Turismo, el Instituto de Cultura y Lotería
Chaqueña y expresó que “Tirol es cuna del chamamé”, dando la
bienvenida a la localidad a todos los presentes, especialmente a las
delegaciones que llegaron desde Brasil y Paraguay para participar de
esta fiesta.
A su turno, la máxima autoridad de turismo provincial envió los saludos
del gobernador Domingo Peppo, quien no pudo estar presente en
dicha inauguración, pero visitará el Festival durante el fin de semana.
Dicembrino además remarcó la voluntad de trabajar en la
revalorización de la identidad chaqueña, por lo que destacó la
intención del gobierno de fortalecer expresiones culturales, dentro de
las cuales el Festival del Taninero y Chamamé es un destacado.
Explicó que el objetivo de la gestión es trabajar en el crecimiento de
estas manifestaciones que fortalecen la identidad local y son
verdaderas experiencias memorables para los viajeros que visitan
Chaco.
En este marco, la funcionaria remarcó la importancia de que la
comunidad se convierta en una “verdadera anfitriona”, agradeciendo al
pueblo de Puerto Tirol por abrir sus puertas e invitar a los chaqueños y
turistas a conocerlos y descubrir sus encantos.
Reconocimiento y presentación
Continuando el orden del día, Dicembrino y el diputado Sager fueron
los encargados de entregar una placa al Artista Kike Yorg, en
reconocimiento a su importante labor cultural.
Se realizó además la presentación del libro, “Las trincheras ardientes
del Paraguay” del Artista Ramón Ayala, donde cuenta la guerra contra
Paraguay a través del relato que escuchaba de pequeño de voz de su
madre.
Para cerrar no faltó el canto de la mano de Ayala y una picada
tradicional, recordando los años en que Puerto Tirol recién había sido