Paz social, solidaridad y conflicto docente - EsChaco.com - Resistencia

Walter José Centurión

Viernes, 19 de abril de 2013

Paz social, solidaridad y conflicto docente

La paz social siempre ha sido una aspiración de fantasía- entendida ésta como que “lo deseable sea también alcanzable”-mas buscada para mejorar las relaciones humanas. De hecho, el hombre no solo se ha imaginado, sino que además, se ha sacrificado por “otro mundo posible” donde la paz social sea la brújula para lograr una convivencia mas benévola. Pero también es verdad que no todos los hombres aspiran o sueñan y se sacrifican por “lo mejor”, como también que todo lo que pueda decidir una mayoría ciudadana, en la construcción de un Estado-gobierno democrático, sea considerado justo.

El monje trapense, poeta y uno de los pensadores mas influyente del SXX, Thomas Merton, en “Paz personal, paz social” escribió: “A menudo, la vida colectiva está organizada sobre bases de intriga, duda y culpa. El arte político que crea antagonismo entre los hombres y el arte comercial que los cotiza según un precio, destruyen una verdadera solidaridad. Sobre tales medidas ilusorias construyen un mundo de valores arbitrarios, sin vida ni significado, lleno de agitación estéril”.

Es necesario resaltar que el conflicto docente vino a sumarse a la cotidianidad de las “agitaciones estériles” que la política deshonesta construye en la vida ciudadana, pero no para sucumbir en ella, sino para demostrar y enseñar que se puede construir algo mejor que las estructuras de injusticias actuales.

Así, el “reducido sector de docentes” (Sergio Soto) que se encuentra en huelga sigue demostrando en demasía sus aspiraciones por la “paz social”.Con respecto a la huelga, mientras el gobierno se esfuerza en demostrar de que es “ilegitima”, y haciendo notar a la sociedad de que es una decisión que viola ciertos derechos humanos y responsabilidades civiles, la docencia va más allá de esta visión reducida, y enseña que una huelga no solo es la cesación de trabajo, sino que principalmente es un bien útil, aunque puede ser no atractiva, para alcanzar un bien honesto o moral: un sistema político y educativo de “base humana”,donde valores como el respeto a la diversidad, la calidad de vida, la solidaridad, la creatividad, la justicia, la honestidad y la libertad sean la “piedra fundamental” para construir una sociedad donde la paz social se manifieste concretamente para todos.

En resumen, la paz social es el valor mas deseado por los docentes que se encuentran ejerciendo el derecho legítimo de huelga. En su lucha ascética, en su abnegación por la paz social, estos docentes trabajan y enseñan que frente a una cultura donde los que se creen los “gobernadores del mundo” (kosmocratoras), caracterizada por la realización de intereses egoístas, corrupción, insolidaridad e injusticia, o sea, la concretación de la “política pequeña”( Jaime Balmes, “El Criterio”) es posible una “nueva cultura” donde la vida colectiva esté sujeta a la solidaridad responsable y sobre todo a la justicia.