Históricamente, el 24 de marzo supera ampliamente el carácter de movilización de conmemoración, e incluso de lucha por justicia por los crímenes de la dictadura militar. Está asociadoa la lucha contra los atropellos, no sólo de la dictadura, sino también de los Gobiernos democráticos. Todos ellos, de una u otra forma preservaron la herencia del Gobierno militar. Miles de leyes de la última dictadura conservan su vigencia. La herencia de la deuda externaes un resultado, abultado por los Gobiernos democráticos, del reconocimiento por parte de Cavallo de la deuda de los bancos privados como deuda pública, en 1982.
La democracia dejó intactos los aparatos represivos, y sólo una porción ultra minoritaria de los represores ha sido juzgada. La genética de la democracia argentina está marcada a fuego por la represión estatal y paraestatal que vino a cortar la etapa revolucionaria de grandes movilizaciones obreras y populares abierta por el Cordobazo.
Por eso, durante los años delkirchnerismo, las organizaciones sociales y políticas independientes copamos la plaza con movilizaciones donde se denunció la política represiva del Gobierno kirchnerista, que en el Chaco se cobró la vida del luchador social Angel Verón, y de decenas de jóvenes asesinados por el gatillo fácil o el abuso policial. Al Jefe del Ejército, el represor Milani, responsable de la desaparición del soldado Ledo.
Movilizaciones donde reivindicamos y exigimos justicia por Luciano Arruga o Julio Lopez, por Mariano Ferreyra o Carlos Fuentealba. Este 24 de marzo, los motivos para movilizarse son más candentes que nunca. Con el protocolo anti piquetes, el macrismo prepara una ofensiva contra la movilización popular, en una etapa de ajuste y brutal transferencia de ingresos en favor de los grupos capitalistas. Los secretarios generales de ATE y la CTA Mendoza ya sufren, por el protocolo, denuncias penales por organizar medidas de fuerza. Junto a esta penalización de la movilización popular, se prepara la impunidad para los represores. Significativamentea José Pedraza, el condenado por el asesinato de Mariano Ferreyra, le ha sido concedida la prisión domiciliaria y cumplirá su condena en su departamento en Barrio Norte, valuado en millones de dólares.
Este operativo de impunidad tiene una frutilla del postre: el intento de cambiar “verdad por justicia” en el caso de los genocidas de la dictadura. Teorizado por Iván Petrella, un filósofo PRO, la corriente de Macri pretende que la apertura de ciertos archivos de la dictadura y las declaraciones de los genocidas pueden ser moneda de cambio para no juzgarlos, un planteo que conduce a la amnistía de los genocidas. Obama forma parte de este operativo: su promesa de apertura de archivos se encuadra en esta política de “punto final”.
¿A qué apuntan los macristas? A lavar la fachada militar para replantear el rol del ejército en la vida interna del país. Es un objetivo que retoman de los K, que nombraron a Milani como Jefe del Ejército y lo colocaron al frente de una agencia de espionaje interno. El protocolo sobre derribo de aviones le da a la Fuerza Aerea la capacidad de aplicar, en los hechos, la pena de muerte. La presencia de las fuerzas de seguridad del imperialismo en este plan no puede dejar de destacarse, en medio de convenios de “colaboración en la lucha contra el narcotráfico”. Los primeros botones de muestra de esta política son la presencia de la DEA en Salta y la rehabilitación de Stiusso, un viejo nexo entre la SIDE y la CIA hasta bien entrado el Gobierno de Cristina.
Se trata de las características propias de un régimen que tiene como su piedra fundacional el acuerdo con los fondos buitres, esto es, la aceptación de una onerosa extorsión en nombre del respeto por los fallos judiciales de la Justicia de Nueva York. Nuevamente, el macrismo pone cascabel al gato a la política K, que antes pagó los fallos de los tribunales internacionales del CIADI para las viejas privatizadas menemistas, le pagó al “Club de París” y una indemnización a Repsol que llega a 10.000 millones de dólares para los vaciadores petroleros del país. La represión no es mas que el requisito de esta política de entrega nacional, que ya ha dejado 100.000 despidos y un deterioro brutal de las condiciones de vida de las masas.
La presencia de Obama, por todo esto, es espacialmente agraviante. Quien llega es el responsable de las torturas en Guantánamo, de los bombardeos en Siria o Yemen, de haber cobijado a los torturadores y asesinos imperialistas de Irak y Afganistan. El representante del Estado que organizó el plan Condor y decenas de intervenciones militares en el mundo para asegurar la dominación imperialista.
En el Chaco, el Partido Obrero se movilizará masivamente junto a las organizaciones de la Multisectorial Chaco contra el ajuste y convoca a copar la plaza contra el ajuste, la represión y la impunidad de ayer y de hoy. Juan García