Miércoles, 8 de Enero de 2025
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Alejandra Stamateas
Viernes, 10 de junio de 2016
¿Me siento confiada de mí misma?
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste confiada?, ¿te acordás cuándo fue la última vez que sentiste que tu estado de ánimo era el mejor, que estabas en tu mejor momento, que podías salir y conquistar cualquier sueño, que todo lo que hicieras te iba a salir bien?.

A veces vamos perdiendo la confianza porque nos echamos la culpa por todas las experiencias negativas que hemos atravesado, pero cuando nos sentimos confiadas brillamos más, nos sentimos mejor, más valientes, nos volvemos más apasionadas. Por eso, una de las cosas que tenemos que lograr para tener estabilidad en cualquier área de nuestra vida es aferrarnos a la belleza de la confianza. La confianza nos trae belleza. Una mujer que tiene confianza en sí misma es una mujer que tiene y transmite belleza, en cambio, cuando vamos inseguras por la vida, trasmitimos inseguridad y desconfianza, y eso nos quita el resplandor, nos quita belleza.

Tener confianza es saber que pase lo que pase en nuestra vida, nos vamos a poder levantar, y eso es lo que nos ayuda a tener estabilidad. Cuando tenés confianza en vos misma, confiás en tus capacidades, confiás en que vas a golpear una puerta y esa puerta se te va a abrir, confiás en que vas a encarar una tarea, y la vas a hacer bien. La confianza hace que veas en todo una oportunidad y no un obstáculo, ¡por eso es tan lindo estar al lado de gente que tiene confianza!

Una anécdota narra sobre dos hermanitos. Uno de ellos era muy negativo y el otro era muy positivo, veía la vida color de rosa. Cuando llegó Navidad al hermanito negativo le regalaron un reloj, y al que veía el mundo color de rosa, al que era positivo y tenía confianza en sí mismo le regalaron excremento de caballo. A la mañana siguiente, después de abrir sus regalos, los amigos les preguntaron qué les habían regalado. “A mí me regalaron un reloj”, dijo el hermanito negativo, “ahora voy a tener que estar pendiente de la hora y llegar temprano a todos lados”. El hermanito que había recibido el excremento de caballo dijo: “A mí me regalaron un caballo, pero lo amarraron mal, así que lo voy a buscar, debe estar cerca”. ¡Eso es ver la vida con oportunidades y no con obstáculos!

Tenés que celebrar quién sos por tus virtudes y también por tus imperfecciones, porque cuando se unen forman ese ser único e irrepetible que sos, una persona segura de sí misma, confiada de sí misma y capaz de generar confianza en todo lugar donde se mueve. Una mujer confiada siempre ve en toda situación una oportunidad de cambio, mejora y crecimiento.



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