¿Qué te produce miedo?, ¿qué es lo que te paraliza? Entre los miedos más comunes que tenemos las mujeres se encuentran el miedo a morir, a enfermarnos, a quedarnos solas, a ser engañadas, a envejecer, a engordar. Generalmente las mujeres tenemos más miedo al éxito que al fracaso, porque nos han acostumbrado a dejar que las conquistas las tuvieran los hombres. Por eso, muchas veces cuando tenemos que salir al mundo exterior surge el miedo a lo nuevo, a lo que tenemos que enfrentar.
Existen dos tipos de miedo: • El miedo positivo es aquel que advierte que hay un peligro delante, que nos alerta, y está bien tenerlo, porque no podríamos vivir sin ese alerta. • El miedo negativo es el que no nos permite realizar los sueños que hay en nuestro corazón. ¿Qué es lo que no te permite realizar tu sueño?, ¿es miedo a envejecer, a quedarte sola, a perder algo, a que te roben, a que sufran tus hijos? Tranquila, vamos a superarlos.
Cómo luchar contra los miedos El miedo siempre va a estar, pero vas a aprender a controlarlo para que te permita avanzar. Cada vez que luchás o vencés un miedo, te haces más fuerte y estás preparada para subir a un nivel superior; y es entonces cuando tu vida se vuelve más emocionante. Cuando una persona siente temor le sudan las manos, tiembla, tiene taquicardia, se marea; en definitiva, el miedo se manifiesta en todo el cuerpo, y especialmente en la inmovilidad. El miedo nos da un mensaje interno de advertencia: “Estás saliendo de tu zona de seguridad”. Es importante que recuerdes que para lograr algo en la vida es necesario que tomes riesgos y salgas de tu zona de confort.
Qué hacer con el miedo Tenemos que dominar el miedo. Hay mujeres que dicen: “él me da miedo”; “tengo miedo de que mi ex pareja me haga juicio”; “le tengo miedo a mi jefe”; “tengo miedo a esa enfermedad”. Necesitás saber que el miedo siempre surge de adentro, de nuestro interior, y no de afuera. Si creés que viene del otro, este siempre terminará dominándote. Ahora bien, como el miedo viene de adentro nuestro, tenemos autoridad para dominarlo, y hacer que funcione a nuestro favor y no en contra. ¡Nunca olvides que estás al mando de tu vida! Cuando el miedo se hace un gigante, tenés que cortarlo en pedacitos. Empezá a acercarte de a poco a eso que tanto temés. Por ejemplo, si tenés que buscar trabajo y tenés un terror impresionante porque no sabés qué decir ni cómo hablar, entonces acercate de a poquito. Empezá a prepararte, arreglá tu cabello, tus uñas, practicá hablar frente al espejo. ¡Sos una mujer talentosa y las crisis no te pueden robar las metas! Preguntate: • ¿Soy la mujer que quiero ser? • ¿Me gusta la mujer que veo en el espejo cada mañana cuando me levanto? Vos sos la única que puede modificar aquello que no te agrada. Recargá tus recursos emocionales, no permitas que el temor crezca en tu corazón. Continuá a pesar de que tengas miedo; continuá aunque te dé vergüenza. Cada vez que enfrentes un miedo vas a subir a un nuevo nivel, y eso te va a demostrar que sos una mujer fuerte que puede alcanzar todo lo que se proponga.