María Masso desmintió a Franco y aseguró que teme por su vida
María Masso la pareja del ministro del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Ricardo Franco, que protagonizó un hecho de violencia doméstica el domingo, desmintió ayer al magistrado y aseguró que teme por su vida y la de sus familiares.
Durante una conferencia de prensa destacó en varias oportunidades que el juez es alcohólico y golpeador. Además señaló que padece algún problema de tipo psicológico.
Masso comenzó relatando que el domingo ella debió huir del departamento ante las agresiones del magistrado y cuando regresó por la tarde, porque estaba preocupada, se encontró con la cerradura cambiada.
Agregó, con lágrimas en los ojos, que “durante esa jornada su familia fue amenazada por Franco”, hecho que le generó “un profundo temor”, pero también sintió culpa por “haberlo dejado sólo”.
Aparentemente Masso fue una suerte de contención para el juez que tiene una salud frágil y debió estar internado en varias oportunidades, una de ellas luego del accidente que protagonizó el año pasado cuando condujo en estado de ebriedad.
El último fin de semana
Masso relató que “el sábado a la noche ella estaba con dos amigos en el departamento y todos debieron salir corriendo por la forma en la que el juez los hostigó”, incluso habló “de una persecución”. Regresó al departamento a la mañana pero “no pudo calmar al juez” y debió pedir “ayuda a los vecinos”. Por la tarde cuando intentó “ingresar al departamento” se dio cuenta de que “el juez había cambiado la cerradura”.
Esta versión es muy diferente a la que dio Franco cuando declaró ante el fiscal Roberto Villalba, que instruyó las primeras actuaciones realizadas durante la mañana del domingo. El magistrado aseguró que “luego de mantener una discusión con Masso ésta le pegó una trompada que lo dejó tendido en el suelo”.
Además indicó que “era la quinta vez que sufría una agresión por parte de su novia”. También en esa declaración hay un perfil negativo de Masso, más concretamente un dato que refuerza el papel de víctima del juez. “Ella es boxeadora, entrenaba”, habría asegurado el juez. Para poder determinar qué ocurrió en el departamento será necesaria una pericia que definirá cuál de las partes tiene razón. Según Franco “ella le pegó en el rostro y por eso cayó al suelo”.
Masso, en cambio, dijo que “él se enojó porque no encontraba las pilas del control remoto y tuvo que subir a una escalera para apagar la tv, tropezó y terminó en el piso”.
“No tomé clases de boxeo”
Masso no dudó en asegurar que nunca tomó clases de boxeo pero reconoció haber asistido a dos cursos de defensa personal para poder actuar en el caso de que Franco la quiera atacar gravemente.
“Pueden ir a preguntar al club Don Bosco y van a confirmar que yo no me entrené para ser boxeadora, es mentira”, determinó la joven que “se sintió dolida por las declaraciones que realizó el juez”.
Las denuncias
Por otra parte, Masso aseguró que no pensaba realizar la denuncia y se sorprendió cuando se enteró que se hizo público el caso. “Creo que el juez declaró para evitar que le hagan una pericia para determinar si está loco”, afirmó. Otro hecho que la frenó a denunciarlo es que en varias oportunidades le había asegurado que le iba a quitar todo lo que tenía y que su familia también sufriría las consecuencias de su accionar. NORTE