Brasil eliminó un impuesto al ingreso de capitales extranjeros, lo que favorece al sector industrial. A su vez, se descartó tomar medidas contra una devaluación del real
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, descartó este miércoles tomar medidas para evitar una devaluación del real, al defender el sistema de cambio flotante, frente a la eliminación de un impuesto del 6% al capital extranjero.
"No tomamos ninguna medida para detener el dólar, quería informales que este país adopta el régimen de cambio flexible", dijo Rousseff a periodistas, una declaración que dejó el mercado de cambios alterado en un sube y baja durante toda la jornada.
El dólar, luego de tocar los 2,15 reales, avanzó 0,10 y cerró a 2,13 tras una intervención del Banco Central en el mercado de futuros de 1.370 millones de dólares para suavizar la devaluación.
Según los operadores, la declaración de Rousseff mostró que el Gobierno está dispuesto a moverse con un dólar en ascenso, antiguo reclamo del sector industrial, que exige mayor competitividad frente a las exportaciones.
En las últimas semanas, el sector financiero y sus operadores mostraron riesgos inflacionarios en caso de una mayor devaluación del real, que en mayo fue del 7 por ciento.
En el Diario Oficial de la Unión se publicó, el miércoles, la decisión del gobierno de Brasil que consiste en la eliminación del impuesto para el ingreso de capitales extranjeros, movimiento interpretado como una búsqueda para contener una devaluación brusca del real.
La medida elimina el Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF) del 6% que estaba en vigencia desde 2010.
En el mercado de cambios, el dólar retrocedió rápidamente en la apertura, cuando cotizó a 2,10 reales, contra los 2,13 reales que había registrado en la víspera.
"Habíamos elevado el tributo en el pasado porque había gran liquidez en la economía mundial, que entraba a Brasil y amenazaba nuestra tasa de cambio, entonces pusimos un obstáculo al ingreso de corto plazo. Ahora se redujo esa liquidez y podemos retirar el impuesto", explicó el ministro de Economía, Guido Mantega.
Mantega sostuvo que otro de los motivos para liberar el ingreso de capitales extranjeros a depósitos plazo fue permitida por la política de baja de tasa de interés emprendida por el gobierno de Rousseff desde fines de 2011.
Descartó Mantega, en conferencia de prensa, que la medida tenga que ver con la política contra la inflación, ya que varios economistas alertaron sobre el riesgo de presión sobre precios del aumento del precio del dólar.
"La inflación la combatimos de otra manera, con la tasa de interés", dijo Mantega.
El Banco Central elevó, la semana pasada, a 8% la tasa de interés de referencia de la economía.