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Rabia paresiante
Martes, 11 de junio de 2013
Producción difundió informe sobre la situación actual de la enfermedad
El Ministerio de Producción a través de la Dirección de Ganadería emitió un informe relacionado con la situación actual de la rabia paresiante, un tema que debe ser tenido muy en cuenta por la población rural fundamentalmente, debido a las implicancias que esta enfermedad ocasiona.





El Ministerio de Producción a través de la Dirección de Ganadería emitió un informe relacionado con la situación actual de la rabia paresiante, un tema que debe ser tenido muy en cuenta por la población rural fundamentalmente, debido a las implicancias que esta enfermedad ocasiona.

La rabia, en general es una enfermedad infecciosa aguda de curso rápido, causada por un virus que afecta a todos los animales de sangre caliente. La Rabia Paresiante, es una forma de presentación, también con finalización mortal si no se trata preventivamente con el uso de su respectiva vacuna. Puede manifestarse en los animales domésticos (bovinos, equinos, caprinos, ovinos, cerdos, perros y gatos), animales silvestres (murciélagos, zorros, monos y coatíes) y también al hombre.

Para que la Rabia paresiante sea aparente se necesita casi indefectiblemente la participación de los murciélagos vampiros que actúan como transmisores y reservorios de la enfermedad y al estar ellos infectados, al alimentarse de la sangre de otros animales (domésticos o silvestres) inoculan con su saliva el virus, enfermando como sacos terminales a otros animales, incluso al hombre.

El período de incubación de la rabia paresiante, o sea el tiempo que transcurre entre la mordedura de un vampiro infectado hasta que aparezcan los síntomas en los animales, víctimas terminales, en bovinos, equinos es de 25 a 150 días.



Síntomas generales en bovinos

Los síntomas generales en bovinos, que pueden ser traspolados a otros animales con algunas variantes son: Aparenta tristeza en el grupo, se atrasa en el arreo, camina tambaleante (flojera de los miembros posteriores), pelo erizado, fiebre, mujido lastimero característico, orina de a poco, menea la cola, dejan de producir leche, gran aversión a los perros, se aflojan los miembros anteriores, atropella malezas, busca lugares frescos (si encuentra charcos o tierra húmeda mejor), deja de comer y tomar agua, cae y no se levanta más pero sí aparecen movimientos de los cuatro miembros realizando el clásico pedaleo.

En cuanto a la defecación, primero es diarreica y en las últimas evacuaciones cambia su forma y consistencia asemejándose a la de los equinos y se aprecia con notoria brillantez de las boñigas (porque está impregnada de las mucosidades intestinales). Tuerce la cabeza mirándose el flanco (costillar) y finalmente muere por parálisis cardio respiratoria.

Toda esta sintomatología puede o no ser apreciada por la gente de campo e indefectiblemente transcurre un tiempo de 3 a 12 días, dependiendo del observador. Si supera este tiempo tenemos que pensar en otra enfermedad.

El enfermo no responde a ningún tratamiento sintomático y las tentativas de levantar el animal, revisarle la boca u otras maniobras resultan poco beneficiosas. Por el contrario, son sumamente peligrosas no recomendables de efectuar en lugares donde la rabia ha sido confirmada por laboratorio, que es la única determinante, porque puede confundirse con otras enfermedades infecciosas, parasitarias, virales o afecciones de distinta índole del sistema nervioso.



Otros animales

Los síntomas en el equino son casi similares pero en éste se encuentra exacerbado el instinto sexual, se pone bastante agresivo, atropella alambrados y hasta intenta morder a otros animales.

En cerdos, caprinos y ovinos, se aprecia generalmente un decaimiento e indiferencia hacia todo.

Los animales silvestres afectados de rabia (zorros, coatíes, monos, etc.), son muy peligrosos para las personas porque al estar afectados cambian sus hábitos de vida, por ejemplo si son de andar nocturno aparecen de día y caminando en forma errática, acercándose a caminos y viviendas rurales con encuentros ocasionales con animales de compañía que defienden sus territorios y al ir a intervenir sus dueños pueden recibir signos, rasguños o mordeduras.



Prevención de la rabia

Debe quedar absolutamente claro que cuando aparecen los síntomas de la enfermedad (solo confirmado por laboratorio) no hay ningún tratamiento, por lo tanto las medidas preventivas son las primordiales.

La vacunación debe realizarse con vacunas de origen nacional. Vacunar toda la hacienda una vez por año. Puede aplicarse en el mismo momento por ejemplo que la vacuna antiaftosa, pero con distintas jeringas y en lugares diferentes, conservando la cadena de frío y respetando las indicaciones del prospecto. Además se deben guardar los comprobantes de compra por si hubiera que justificar legalmente ante cualquier eventualidad.

¿Con qué edad mínima se comienzan a vacunar los animales?

Cuando nos encontramos en zonas de brote de rabia, puede aplicarse una primera dosis a los 18 – 20 días de nacidos y repetir a los 2 meses posteriores una dosis de refuerzo, para luego seguir con una aplicación anual con el resto del rodeo.

Debemos tomar en cuenta que cuando ocurre un brote y los animales no estaban previamente inmunizados (sin vacunar) pueden producirse muertes en el rodeo hasta los 45 días posteriores del último animal vacunado. Esto generalmente no es por falla en la vacuna, sino por las carreras o competencias entre el virus rábico y la formación de anticuerpos.

Todos los cadáveres de animales muertos por sospecha o confirmación de haber estado enfermo de rabia deben ser quemados en el mismo lugar y evitar que los perros consuman esa carne o lo que es más grave, que coman la cabeza donde hay mayor concentración de virus en lengua, ojos y cerebro.



Para las personas

A las personas se recomienda especialmente no manipular animales sospechosos, enfermos o muertos. Ante la presentación de cualquier herida o micro herida en las manos (a veces invisibles) o la contaminación que entra por el ojo a través de la saliva, lagrimas u otras reacciones, son vías de acceso muy favorables para el ingreso del virus.

Ante cualquier accidente con animales silvestres o domésticos (mordeduras, rasguños, contacto con saliva, etc.) acudir a médicos de salas, hospitales o privados a fin de recibir un tratamiento adecuado, el que efectuado a tiempo es efectivo. Este tratamiento es gratuito y el Ministerio de Salud por medio del Centro Antirrábico de Resistencia organiza y proveerá los elementos necesarios.



Lucha contra el vampiro colorado

La lucha se orienta hacia el vampiro colorado (Desmodus rotundus), que es el principal transmisor de la rabia en nuestros animales domésticos, si bien también existe en nuestra zona el vampiro Desmodus youngi, que ataca a las aves, provocando una verdaderas exanguinación observándose por las mañanas las gallinas sangrantes (cresta o cerca de la cloaca) o caídas, muertas en el piso).

El control de los vampiros está a cargo de la Dirección de Ganadería y el servicio es gratuito. Solo se debe ubicar y comunicar el hallazgo de madrigueras.

Las madrigueras pueden estar compuestas de pocos habitantes, 10 o 20 o llegar como casos excepcionales a 800 o 1000 individuos. Se caracterizan por ubicarse en lugares húmedos, oscuros y tranquilos como troncos de árboles grandes (palo borracho, timbó) pozos de agua, letrinas, entretechos, etc. La permanencia de murciélagos se percibe por verlos salir al atardecer o entrar al amanecer (murciélagos grandes, colorados, vuelo pesado,, etc.) y lo que es muy característico es el olor nauseabundo (palo hediondo dicen los norteños) de sus materias fecales, constituido de sangre digerida y es de consistencia gelatinosa, color rojo oscuro, que pueden chorrear por las paredes o se acumulan en el piso.

La materia fecal de todos los otros quirópteros (murciélagos) son como granitos de arroz color gris en sus diversos matices.

Además, en las vacas, caballos, cerdos, etc. se observan las características mordeduras de vampiros (de formas circulares de aproximadamente 4-5 mm. de diámetros y muy sangrantes).





La enfermedad en la zona



En la Provincia del Chaco hay focos esporádicos de Rabia Paresiante desde hace aproximadamente veinte años y desde entonces se viene trabajando en forma conjunta con el Ministerio de Salud Pública y otros organismos provinciales y nacionales.

En algunas oportunidades como ocurrió en el 1996, se produjeron verdaderos frentes epidémicos con afectación de grandes territorios y gran cantidad de hacienda muerta. Mediante el trabajo en conjunto con otros organismos, pero principalmente por la toma de conciencia de los Productores (haciendo uso de vacunaciones sistematizadas y al control de madrigueras de vampiros) se bajó la incidencia de la enfermedad, pero sin desaparecer completamente.

Este año han aparecido focos de Rabia Paresiante en General Pinedo, Charata, lugares dónde antes no se detectaban, pero que ya tenían a sus transmisores, los vampiros. En otros lugares como Capitán Solari, General San Martín y Selvas del Río de Oro, pueden calificarse como puntos re-emergentes (que vuelven a surgir) al dejarse de vacunar los rodeos y no controlar a sus transmisores, los murciélagos vampiros.



Otras medidas

Se aconseja también vacunar perros y gatos: es gratuita esta actividad que está a cargo del Centro Antirrábico de Resistencia (Tel. 0362-4563757 – Echeverría Nº 65), quien coordina con los municipios las campañas de vacunación.

Ante dudas y consultas, dirigirse a la Dirección de Ganadería – 7º piso – Casa de Gobierno – Tel. 0362-4448074, o Delegaciones Ministeriales de todo el interior del Chaco, sociedades rurales, delegaciones del SENASA, Policía del Chaco y puestos sanitarios.


Editor Responsable: Jorge Tello
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