El volante de la Selección fue autocrítico respecto de su expulsión. "Me duele la reacción que tuve, les pido disculpas a todos" dijo, y explicó su agresión al chofer del carrito de los lesionados. "Manejaba muy rápido, estaba por caerme, le pedí que fuera más despacio y fue más fuerte".
Javier Mascherano realizó esta noche una fuerte autocrítica en torno a su expulsión en el encuentro que Argentina empató 1-1 en Quito frente a Ecuador.
"Me voy triste y avergonzado. Sé lo que pasó, me equivoqué, y me duele la reacción que tuve porque no soy así. Les pido disculpas a todos, a mis compañeros, al cuerpo técnico y a la gente", le confesó Mascherano a la prensa.
"Esto es un espectáculo y uno siempre pregona la no violencia. Por lo que sucede en nuestro país, no pude hacer lo que hice", agregó, y explicó el incidente: "El hombre manejaba muy rápido, el carro se movía y estaba por caerme. Le avisé que fuera más despacio y no me hizo caso, fue más fuerte. Se me fueron las cosas de las manos y me equivoqué. Mi reacción no se justifica".
Mascherano agredió al hombre que maneja el carrito que saca del campo de juego a los jugadores que padecen alguna lesión, a los 41 minutos del segundo tiempo. "No es lindo que te expulsen así. Se pueden decir muchísimas cosas de mí, menos que soy agresivo. Mis compañeros no me reclamaron nada", continuó.
"Soy lo suficientemente grande para reconocer mis errores y saber que no debo reaccionar así. Lo que vino después me avergüenza y entristece. El espectáculo, que es un partido, y el rendimiento del equipo no se merecían eso", se lamentó.