Cómo ser una persona empática a la que la gente quiera ayudar
Cuando vivimos situaciones que no podemos resolver, a las que no les encontramos la salida, lo que tenemos que hacer es buscar ayuda, generar solidaridades.
Para generar esa solidaridad y que alguien acepte ayudarte, tenés que ser una persona empática. ¿Qué significa esto? Significa que tenés que saber que el otro está ahí y aceptarlo como es, sin criticarlo y sin juzgarlo, porque muchas veces, especialmente cuando estamos mal, queremos que todo el mundo sea empático con nosotras, que nos entienda, pero no podemos comprender ni aceptar al otro tal cual es.
Veamos cómo ser personas empáticas:
1. Tenemos que bajar nuestro nivel de exigencia. A veces somos muy exigentes con los demás, y por eso la gente se nos aleja. A todos lo que nos rodean le vemos cosas malas, entonces, cuando tenemos un problema, cuando estamos pasando por una crisis, no tenemos a quién pedirle ayuda. Si mantenemos ese nivel de exigencia y no tenemos empatía, nos va a resultar muy difícil pedir ayuda. Nadie es perfecto, por eso, no pretendamos encontrar a la vecina perfecta, la hija perfecta, la tía perfecta, el remisero perfecto. ¡Todos tenemos nuestras debilidades!
2. Debemos evitar ser una fuente de pesimismo. Supongamos que todos los días llegás a tu oficina y empezás a descargar todo tu dolor. Tus compañeros te escuchan, pero cuando te sugieren algo, vos le respondés: “eso ya lo probé y no me sirve”, “eso a mí no me va”. Si a todo les decís que no, tal vez las personas teman darte su opinión. La queja y el dolor siempre te van a alejar de los que te pueden ayudar.
Hay mujeres que no se dan cuenta de que todos los días se levantan con mal humor, todos los días tienen una queja en su boca, todos los días son pesimistas, sin poder ver que la vida siempre nos da nuevas oportunidades.
Tenés que saber que la pena y el dolor pueden generar lástima, pero no empatía, y para que alguien te ayude necesitás la empatía del otro, es decir, que vea tu situación y no te juzgue.