Mi vida es una tragedia - EsChaco.com - Resistencia

Alejandra Stamateas

Jueves, 13 de septiembre de 2018

Mi vida es una tragedia

Cada uno de nosotros tiene su sentir frente a una situación, y lo que para unos es un asunto menor, para otros puede ser una tragedia. Sin embargo, hay personas que viven constantemente en la lógica de tragedia. Una persona que vive en la lógica de tragedia es alguien que no puede superar los eventos que está viviendo, no puede superar el dolor y las crisis, y entonces se queda a vivir en el problema.

Cuando vivimos la vida como un hecho lamentable, nos olvidamos de ponernos al frente, de hacernos cargo de nuestra vida, y nos dejamos llevar por el dolor, la angustia y las circunstancias, sumergiéndonos en la victimización. Muchas personas suelen sacar provecho de la victimización, la usufructúan para protegerse desde el lugar de sufriente, de mártir, y así sacar algún rédito. Esta es la razón por la que se quedan en esa posición, pero, en definitiva, se ponen detrás de la tragedia: en lugar de tomar las riendas de su vida en medio de la crisis, se ponen detrás y se someten a ella asegurando: “Yo no puedo hacer nada”. Como no pueden hacer nada, se deprimen y no pueden ser felices.

Cuando frente a una tragedia tenemos la expectativa de que podemos controlar algo de la situación, eso nos trae alivio, esperanza, lo que lleva a que podamos vivir más y mejor. Por eso, debemos ponernos al frente de nuestra vida y no detrás. No nos sometamos al dolor, ¡hay algo que podemos hacer en medio de las circunstancias desfavorables!

Tenés que ser protagonista de tu vida. En lugar de resignarte y pensar: “Bueno, esto es lo que me tocó”, preguntate: “¿qué puedo hacer con esto que me tocó vivir?”. En lugar de lamentarte y no hacer nada, tenés que pensar qué podés hacer con eso que te tocó vivir. Mantenerte en un rol pasivo nunca va a producir nada. No está mal que llores ni que te lamentes, siempre es sano expresar las emociones, pero en un momento tenés que detener el llanto, parate frente a la tragedia que ocurrió y preguntarte: “¿qué hago con esto que me tocó?”.

Cuando te preguntes qué podés hacer con lo que te tocó vivir, vas a descubrir la capacidad, el potencial que tenés para enfrentar la vida, vas a darte cuenta de los recursos que poseés en tu interior para resistir las dificultades. La vida siempre te va a presionar, pero cuando la vida te aprieta es la oportunidad para que saques lo que hay dentro de vos, y entonces sabrás de qué estás hecha.

Te invito a reflexionar: ¿cuál es la tragedia, la amargura a la que estás aferrada? ¿Vas a seguir en el rol de víctima para sacar algún rédito o vas a ponerte al frente y tomar las riendas de tu vida? Ponerse al frente cuesta, claro que sí, pero tenés que hacerlo, porque después de la amargura vienen los éxitos. Vos y yo tenemos que ser mujeres fuertes, que cambien los ambientes, que den testimonio y que marquen la diferencia.