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Alejandra Stamateas
Jueves, 1 de noviembre de 2018
¿Por qué me siento triste aún cuando me va bien?
Cuando estamos pasando un momento difícil, una crisis, un dolor grande, una pérdida, parece lógico que estemos tristes. ¿Pero por qué a veces estamos bien y sin embargo nos sentimos tristes? La tristeza es una emoción que no debemos desterrar o dejar de sentir: a la tristeza tenemos que atravesarla. Ahora bien, veamos algunos de los motivos por los cuales a veces, aunque todo esté bien, podemos estar tristes.

• Es posible que la tristeza se deba a que lo bueno que nos sucede no es lo bueno que quisiéramos que nos pase. Quizás estamos anhelando que nos ocurra otra cosa buena. Muchas veces tenemos cosas buenas en la vida, pero anhelamos más, por eso nos sentimos egoístas, ya que pensamos: “Tengo de todo, estoy rodeada de cosas buenas, y además quiero más…”. Incluso, a veces la gente nos dice: “Si tenés de todo, ¿para qué querés más? ¡Disfrutá lo que tenés!”. Y no es que no disfrutemos de lo bueno que tenemos, sino que tenemos la expectativa de algo más, y eso está bien.

• A veces tenemos cosas buenas pero igual estamos tristes porque estamos cansadas físicamente. En ocasiones confundimos las fluctuaciones de fuerza o de energía con nuestro estado de ánimo. Cuando estamos agotadas, estresadas, es muy probable que nos sintamos tristes, que no queramos saber nada de nada. Necesitamos entender que podemos tener distintos niveles de energía (alto, medio o bajo) y que ese nivel puede variar de acuerdo al momento del día, a las actividades que desarrollemos y también a las personas con las que estemos. Tenemos que conocer cuál es el momento del día en que tenemos más energía para aprovecharlo y producir, y cuando el nivel de energía está bajo y no tenemos ganas de nada, lo mejor es dedicarnos a buscar la manera de recuperar las fuerzas.

• Otros de los motivos por el cual nos sentimos tristes aunque nos vaya bien es el miedo a perder eso bueno que estamos viviendo. Hay personas que piensan: “¿y si pierdo este trabajo?”, “¿y si pierdo esta familia tan linda?”, “¿y si pierdo mi nivel económico?”, “¿y si pierdo esta casa?”, “¿y si pierdo este auto?”, y entonces viven con tristeza, no pueden disfrutar de lo bueno que tienen por miedo a perderlo.
Mujer, avanzá detrás de lo bueno que soñás. Te merecés que te pasen cosas buenas. No confundas tristeza con cansancio, no te dejes gobernar por nada. Disfrutá de lo que tenés, no retengas, ya no estés triste por la preocupación de perder lo que tenés en tu vida y mirá todo lo lindo y bueno que siempre hay por delante.


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