La coparticipación, el nuevo eje de conflicto entre el Gobierno y el sciolismo
Un pedido de la Provincia para debatir el tema causó un enérgico repudio en el kirchnerismo. "Es una cobardía política", lanzó Boudou. La "sorpresa" de Alberto Pérez y el incómodo lugar en el que quedó Julián Domínguez
"La coparticipación en algún momento se tendrá que volver a discutir", dijo Daniel Scioli en los primeros días de 2013. Entonces, muchos podrían pensar que esa fue una frase corriente de las que repiten todos los dirigentes bonaerenses. En definitiva, nadie puede desconocer que la Provincia se ve perjudicada con el régimen de repartos en lo que a porcentajes respecta.
No obstante, la declaración no quedó en un mero comentario políticamente correcto para los oídos de los bonaerenses. A esta altura, en el kirchnerismo deberían advertir que el gobernador suele ser tan conciso como concreto cuando pone un tema sobre la mesa. Y si no atendieron a esas palabras, seguramente notaron que el reclamo venía en serio cuando Alberto de Fazio, representante de La Juan Domingo (agrupación que promueve la candidatura de Scioli para 2015), adelantó que la disputa podría terminar en la Justicia.
La prueba material de que el sciolismo está dispuesto a avanzar en esta discusión llegó con un documento: la carta que el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, envió al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en la que solicitó una reunión para abordar el asunto.
Una respuesta previsible
El gobierno tardó dos días en reaccionar. Y cuando lo hizo, no titubeó. El primero en responder fue el vicegobernador Gabriel Mariotto, quien parecía haber menguado sus roces con Scioli. "No se puede mirar el ombligo de uno, sino que hay que ver el concepto de equidad que compone a las 24 provincias de la Argentina", dijo.
Pero el impacto que tuvo la maniobra del gobierno bonaerense en la Casa Rosada fue más elocuente en las palabras de Amado Boudou. “Es cobardía política”, lanzó hoy el vicepresidente al ser consultado sobre la misiva durante un acto con 200 dirigentes del PJ bonaerense (en el que no había miembros del sciolismo).
Lejos de intentar restar importancia a la cuestión, Boudou calificó el hecho como "un acto de efectismo mediático" y apuntó directamente contra el Ejecutivo provincial. "Los que hablan de bajar los decibeles, sin decir 'agua va' te mandan una nota", indicó, y resaltó que eso ocurre a pesar de que pertenecen al mismo espacio político.
La prueba más evidente de que la coparticipación aparece como un nuevo punto donde el sciolismo y el kirchnerismo buscarán marcar sus diferencias es que Boudou nada dijo de la carta que el jujeño Eduardo Fellner envió a Domínguez exigiendo una reunión con idénticos objetivos. Claro, el gobernador pidió que en el debate se deje afuera "el individualismo, el egoísmo y la mezquindad", adjetivos que parecieron destinados a los bonaerenses.
“Sorpresa”
“Estoy azorado”, dijo a la prensa el ministro Pérez desde Mar del Plata minutos después de las críticas del vicepresidente. “Pedí una reunión institucional al presidente de la Cámara de Diputados, Julian Domínguez, de manera oficial para concurrir con la ministra de Economía, Silvina Batakis, y dialogar sobre dos leyes importantes como la de Coparticipación Federal y el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano”, explicó.
“El vicepresidente me trató de errático, mediático, y de haber tenido un acto de cobardía política”, comentó. "Reitero, me siento sorprendido", insistió.
Domínguez, en un lugar incómodo
El titular de la Cámara baja quedó en el centro de una situación complicada. Con poco de inocencia, la carta que le envió Pérez lo interpeló a conceder la audiencia solicitada “en su doble carácter de presidente de la Honorable Cámara de Diputados y hombre de la provincia de Buenos Aires”.
“Conocedor de su clara vocación bonaerense, no dudo que estará abierto a recibir anteproyectos, en un diálogo franco y necesario", indica la misiva a Domínguez, quien fue ministro de Obras Públicas de esa provincia, además de diputado por ese distrito.
Sentado al lado de Boudou mientras éste profería su diatriba contra el sciolismo en diálogo con el canal C5N, cuando le tocó hablar sobre el tema fue mucho más cauto el vicepresidente.
Dijo que se había enterado del pedido por los medios de comunicación, pero advirtió que se deben "buscar los caminos institucionales" para llevar adelante una reforma de esa naturaleza.
En ese sentido, advirtió que la discusión debe iniciarse en las provincias, contar con el aval de las legislaturas, para luego llegar al Congreso. Y avisó que, allí, la cámara de origen para ese tipo de medidas es el Senado, y no Diputados.
También advirtió que es necesario contar con el aval de Cristina Kirchner: “Está muy bien que se dé el debate, pero es bueno que se dé con la seriedad que requiere, con el consenso de todos los gobernadores y con el acuerdo de la Presidente”.