Oberá en Cortos: Premian a Historia del niño que ríe, film de cineastas chaqueñas
El cortometraje argentino “Oda”, de Charo Venegas, obtuvo el premio Cacique Oberá al mejor filme de la Competencia Latinoamericana del décimo Festival Internacional Oberá en Cortos, que llegó a su término anoche después de una semana de proyecciones, charlas y talleres donde se discutieron políticas audiovisuales para la región NEA del país.
El filme de Venegas, que apela a la videodanza para rendir homenaje a las 52 víctimas mortales y llamar la atención sobre la tragedia ferroviaria ocurrida en 2012 en la estación Once del Ferrocarril Sarmiento de la ciudad de Buenos Aires, ganó además el acceso directo a la competencia oficial del próximo Festival de Cine Latinoamericano de Trieste (Italia).
El premio mayor del festival fue anunciado durante la ceremonia de cierre de la décima edición del Festival Oberá en Cortos, que se llevó a cabo en el Cine Teatro Oberá de esta ciudad, y donde su director, el misionero Axel Monsú, y todo su equipo de jóvenes entusiastas celebraron su décimo cumpleaños soplando las velitas de una torta.
Durante el acto recibió una mención especial el corto “Sin felicidad”, documental del paraguayo Hugo Jiménez sobre la masacre de Curuguaty y el golpe de Estado contra Fernando Lugo, mientras que “Hija de puta”, de la venezolana Alexandra Bas, sobre una niña de siete años que tiene como madre a una prostituta, ganó el Premio del Público de la sección Latinoamericana.
El jurado oficial estuvo compuesto por el chileno Rodrigo Díaz, director del Festival de Trieste; el actor formoseño Jorge Román, quien brindó un taller de actuación y presentó “Ulises”, el largo chileno que protagoniza; y por el abogado y legislador porteño (Proyecto Sur) Julio Raffo, especialista en legislación cinematográfica.
Por su parte, los jurados de la Competencia NEA (Adrián Ogando, Camilo José Gómez y Luiz Alberto Casso) otorgaron el premio principal, el Cacique Oberá, al corto “Historia del niño que ríe”, de las chaqueñas Ana Liz Godoy y Ana Ynsaurralde, que documenta la entereza con la que un niño de 8 años que sufre leucemia enfrenta su enfermedad con risas y juegos que sirven de terapia a él como a otros pacientes.
“Historia del niño que ríe” recibió además el Premio del Público de la sección NEA y una de sus directoras y el protagonista, su hijo, agradecieron – y rieron- desde su casa en el Chaco, a través del altavoz de un celular, en lo que seguramente fue uno de los momentos más emotivos de la velada.
El jurado entregó sendas menciones especiales al corto chaqueño “Caperucita y el leñador en el monte (después del final feliz)”, de Sonia Bertotti y Juan Manuel Domínguez, una relectura oscura sobre el cuento de Caperucita Roja y la violencia de género, y a “La rosa azul”, un corto de animación del chaqueño Pablo Latorre.
Otro corto de la Competencia NEA con mención especial fue el documental “Casa es casa. Haitianos en Posadas”, del misionero Nicolás Franco Quiroga, que narra las experiencias y emociones de un grupo de jóvenes haitianos que llegaron a la ciudad de Posadas por razones de estudio.
En diálogo con Télam, el director del festival, Axel Monsú, destacó la participación de más de 100 estudiantes de cine de Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes y Entre Ríos en los diferentes talleres de formación audiovisual que se dictaron durante estas jornadas, donde además se produjeron algunos cortometrajes que fueron exhibidos durante el cierre.
También subrayó la importancia de las proyecciones que, gracias al Cinemóvil del Instituto Nacional de Cine Artes Audiovisuales (Incaa), se realizaron en distintos barrios de Oberá y en zonas de bajos recursos de la provincia de Misiones, para ofrecer cortos a los habitantes de lugares donde el cine nunca había llegado.
Monsú recordó que “hace 10 años, cuando empezamos, era muy difícil hacer audiovisual en Misiones. Estábamos muy aislados, casi no nos conocíamos entre nosotros. Uno de los mayores aportes del festival fue que se convirtió en un lugar de encuentro y discusión de políticas audiovisuales para la región”.
“Así formamos la Red de Realizadores de Misiones, que desde 2006 nuclea a más de 50 directores, técnicos y productores de la provincia. Eso ha sido un aporte importante en la articulación de esos encuentros y como punto de partida para otras iniciativas”, señaló Monsú, quien destacó además los espacios de formación que se abrieron desde entonces.
En ese sentido, afirmó que “antes no existía ningún espacio de capacitación en ninguna universidad pública provincial. Hoy existe la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Misiones y ya está en su segundo año la tecnicatura de Fotografía y Medios Audiovisuales”, que se suma al Laboratorio Audiovisual Guayrá, un espacio local de producción y capacitación audiovisual.
Otra de las actividades importantes que se desarrollaron en el marco del festival fue el Foro Entre Fronteras, que nuclea a colectivos de realizadores, técnicos y productores del NEA argentino, el sur del Brasil y Paraguay, con el objetivo de intercambiar experiencias pero también de formar un espacio de integración y participación horizontal.
“Este espacio también sirve para decir que pertenecemos a una región cultural que no reconoce fronteras políticas y desde la cual buscamos la descentralización de la producción audiovisual de las metrópolis”, subrayó Monsú, sobre la sensación de hermandad que se siente en esta región entre argentinos, brasileños y paraguayos.
Y añadió: “Todavía falta un desarrollo cultural que potencie todas las expresiones regionales. Primero tenemos que conocernos entre las regiones, con nuestros países vecinos, con las periferias, y empezar desde allí a conectar la producción cultural con la industria en cada lugar”.