Cuando la gestión se disfraza de campaña y la oscuridad no es solo literal
Makallé atraviesa una serie de problemáticas que requieren gestión real, presencia activa y respuestas concretas. Sin embargo, desde la Secretaría de Gobierno municipal, las señales van en otro sentido.
Mientras barrios como Villa Susana siguen completamente a oscuras, y familias damnificadas —como la que recientemente perdió su vivienda en un incendio— esperan ayuda que no llega, las prioridades parecen estar puestas en otra parte.
Lejos de las responsabilidades estructurales que exige una secretaría de Gobierno —como la coordinación territorial, el seguimiento de servicios esenciales o la atención inmediata de emergencias sociales—, la agenda se ha llenado de actividades recreativas, eventos culturales y recorridas políticas que no se entienden desde la función pública. Más que una conducción de gobierno, parece una oficina de ceremonial o una secretaría de Cultura paralela.
A esto se suma la postulación en una lista provincial que no solo carece de competitividad real, sino que genera una pregunta lógica: ¿se puede hacer campaña sin dejar de gobernar? ¿O peor aún: se puede hacer campaña usando recursos de una gestión que no da respuestas?
Mientras tanto, en los barrios sigue faltando lo básico: luz, atención y presencia estatal. Y en el municipio, sobra maquillaje.