Con la colaboración de la empresa SAMEEP, se llevó adelante la edificación de una vivienda para una familia que teniendo una hija con capacidades diferentes vivía en una mejora de cartón.
María del Carmen Pintos tiene tres hijos, una de ellos padece una malformación facial, y vive hace varios años en un rancho de cartón en el asentamiento Zampa.
Según su propio relato gestionó durante mucho tiempo una mejora habitacional para su vivienda, que le garantizara las condiciones mínimas de habitabilidad para sus hijos. Pero como todos sus esfuerzos no tuvieron repercusión en los hechos decidió recurrir al presidente de la empresa SAMEEP, Gustavo Martínez en busca de una alternativa de solución quien accedió al pedido poniendo a disposición la mano de obra de los trabajadores de esta empresa y de cooperativas.
La obra que demandó un tiempo de ejecución real de aproximadamente 30 días, está compuesta por dos dormitorios, una cocina comedor y un baño instalado.
“Estoy feliz por tener mi casa nueva, que he luchado tanto para conseguirla”, afirmó María del Carmen Pintos quien agradeció a Gustavo Martínez el aporte. “Estoy muy agradecida con Gustavo Martínez que me dio una mano para conseguir tanto los materiales como la mano de obra para terminar la casa que tanta falta nos hacía”, resaltó.
La coordinadora de Asistencia a las Instituciones por parte del directorio de SAMEEP, Mónica Bordón explicó que este tipo de aportes es efectuado por la empresa respondiendo a la política social de la entidad, que sin descuidar los servicios esenciales se dedica a cooperar con instituciones y actividades de bien común.
También recordó que los trabajos son coordinados de manera conjunta entre trabajadores de la empresa y de cooperativas y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Territorial.
“La empresa SAMEEP ha accedido al pedido de esta familia, atendiendo la suma necesidad del caso”, reconoció.
Finalmente el jefe de mantenimiento de SAMEEP, César Ayala especificó el trabajo realizado en el inmueble que se trató de la construcción de una vivienda de dos dormitorios, comedor – cocina y un baño instalado.
Resaltó la colaboración y predisposición de la gente que trabaja aportando la mano de obra, “que son los que ponen el mayor esfuerzo día a día para que esto se vaya concretando en un buen tiempo”.
Explicó que en el lugar trabajó una cooperativa de 11 personas, a las que les demandó un tiempo de 30 días aproximadamente la conclusión del proyecto.